dijous, juny 30, 2005

Avui és un dia de festa!


Després de molts anys molta gent ha vist realitzat el seu somni. Després de molts anys hem pogut acabar amb una discriminació injusta. Gràcies al moviment dels gais i les lesbianes. Gràcies als centenars de milers de persones que ens han acompanyat en la nostra reivindicació, conscients que sols la igualtat de drets assegura la plena llibertat de tots. Gràcies als partits que hi han donat suport. Gràcies a José Luis Rodríguez Zapatero, que ha demostrat un cop més que és home de paraula.

Aquestes han estat les paraules del President del Govern d'Espanya just abans de l'aprovació d'aquesta transcendental reforma:

Hoy, mi Gobierno somete definitivamente a la aprobación de la Cámara el proyecto de ley por el que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio. En estricto cumplimiento de un compromiso electoral ante la ciudadanía y ante esta Cámara.

Reconocemos hoy en España el derecho de las personas a contraer matrimonio con otras de su mismo sexo. Antes que nosotros lo hicieron Bélgica y Holanda, y antesdeayer lo reconoció Canadá. No hemos sido los primeros, pero tengo por seguro que no seremos los últimos. Detrás vendrán otros muchos países impulsados por dos fuerzas imparables: la libertad y la igualdad.

Se trata de un pequeño cambio en el texto legal: se agrega apenas un escueto párrafo en el que se establece que el matrimonio tendrá los mismos requisitos y los mismos efectos cuando los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo.

Un pequeño cambio en la letra que acarrea un cambio inmenso en las vidas de miles de compatriotas. No estamos legislando, señorías, para gentes remotas y extrañas. Estamos ampliando las oportunidades de felicidad para nuestros vecinos, para nuestros compañeros de trabajo, para nuestros amigos, para nuestros familiares.

Y a la vez estamos construyendo un país más decente. Porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros.

En un poema titulado “La familia”, nuestro Luis Cernuda se lamentaba:

“Cómo se engaña el hombre y cuán en vano
Da reglas que prohíben y condenan.”


Hoy la sociedad española da una respuesta a un grupo de personas que durante años han sido humilladas, cuyos derechos han sido ignorados, cuya dignidad ha sido ofendida, su identidad negada y su libertad reprimida. Hoy la sociedad española les devuelve el respeto que merecen, reconoce sus derechos, restaura su dignidad, afirma su identidad y restituye su libertad.

Es verdad que son tan solo una minoría; pero su triunfo es el triunfo de todos, también aunque aún lo ignoren, es el triunfo de quienes se oponen a esta ley, porque es el triunfo de la libertad. Su victoria nos hace mejores a todos, hace mejor a nuestra sociedad.

Señorías: no hay agresión ninguna al matrimonio ni a la familia en la posibilidad de que dos personas del mismo sexo se casen. Más bien al contrario, lo que hay es cauce para realizar la pretensión que tienen esas personas de ordenar sus vidas con arreglo a las normas y exigencias del matrimonio y de la familia. No hay una conculcación de la institución matrimonial, sino justamente lo opuesto: valoración y reconocimiento del matrimonio.

Soy consciente de que algunas personas e instituciones están en profundo desacuerdo con este cambio legal. Deseo expresarles que, como otras reformas que la precedieron, esta ley no engendrará ningún mal, que su única consecuencia será el ahorro de sufrimiento inútil de seres humanos. Y una sociedad que ahorra sufrimiento inútil a sus miembros es una sociedad mejor.

En todo caso, manifiesto mi profundo respeto a esas personas y a esas instituciones, y quiero pedir además a todos quienes apoyan esta Ley ese mismo respeto. A los homosexuales, que han soportado en carne propia el escarnio y la afrenta durante años, les pido que al valor demostrado en la lucha por sus derechos sumen ahora el ejemplo de la generosidad y expresen su alegría con respeto a todas las creencias.

Con la aprobación de este proyecto de ley, nuestro país da un paso más en el camino de libertad y tolerancia que inició en la Transición Democrática. Nuestros hijos nos mirarían con incredulidad si les relatamos que no hace tanto tiempo sus madres tenían menos derechos que sus padres; si les contamos que las personas
debían seguir unidas en matrimonio aún por encima de su voluntad cuando ya no eran capaces de convivir…

Hoy podemos ofrecerles una hermosa lección: cada derecho conquistado, cada libertad alcanzada ha sido el fruto del esfuerzo, del sacrificio de muchas personas que hoy debemos reconocer y enorgullecernos de ello.

Hoy demostramos que las sociedades pueden hacerse mejores a sí mismas. Que pueden ensanchar las fronteras de la tolerancia y hacer retroceder el espacio de la humillación y la infelicidad. Hoy, para muchos, llega aquel día que evocó Kavafis hace un siglo:

“Más tarde –en la sociedad más perfecta-
algún otro, hecho como yo,
ciertamente surgirá y actuará libremente”.


Aquí hi trobareu dues notícies de l'Agència EFE fent-se ressò de la bona nova.

CONGRESO APRUEBA LEY CON 187 VOTOS A FAVOR Y RECHAZO PP Y UNIÓ

Madrid, 30 jun (EFE).- El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó hoy de forma definitiva la ley que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo y que abre la adopción a estas parejas, por 187 votos a favor, 147 en contra (PP y Unió) y cuatro abstenciones (CiU).

A favor del proyecto de ley, votaron los parlamentarios del PSOE, PNV, ERC, Coalición Canaria, IU-ICV, el Grupo Mixto, dos diputados de Convergencia y de nuevo Celia Villalobos del PP, con lo que se superó la mayoría absoluta y se levantó el veto planteado en el Senado.

Momentos antes de la votación, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró que la ley del matrimonio entre homosexuales es "un paso más en el camino de la libertad y la tolerancia" iniciado en la transición y construye "un país más decente, porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros".

Al conocerse el resultado de la votación, la tribuna de invitados del hemiciclo estalló en un largo aplauso, respondido desde los escaños por los diputados que apoyaron el proyecto.

Desde el PP, su portavoz, Ana Torme, consideró que todo ha sido "táctica y oportunismo", "manipulación y cinismo", mientras que para el PSOE, en palabras de Carmen Montón, hoy es un día histórico en el que se demuestra "la madurez de la sociedad", que no está dispuesta "a soportar más injusticia".

Con esta ley, que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE, España se une al grupo de Bélgica, Holanda y Canadá, países que ya han aprobado sus respectivas leyes nacionales en esta materia. EFE


ESPAÑA, CUARTO PAÍS MUNDO PERMITE MATRIMONIO ENTRE HOMOSEXUALES

Madrid, 30 jun (EFE).- España se convirtió hoy en el cuarto país del mundo, tras Holanda, Bélgica y Canadá, que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, una unión que también es reconocida en Massachusetts (Estados Unidos).

En Canadá, la ley que permite los nuevos matrimonios entrará en vigor a finales de julio de este año; en Bélgica fue en 2003, y en Holanda en 2000.

Hoy, en el Pleno del Congreso de los Diputados, poco antes de que se aprobara la ley que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recordó que antes de España han abierto el matrimonio a las personas del mismo sexo Bélgica y Holanda, y hace dos días, Canadá.

El presidente del Gobierno se mostró convencido de que España no será el último país en hacerlo, porque, dijo, "detrás vendrán otros muchos países impulsados por dos fuerzas imparables: la libertad y la igualdad".

Otros países, como Suecia, Dinamarca, Alemania, Francia o Suiza, al igual que los Estados norteamericanos de Vermont y Connecticut, han optado por aprobar leyes de parejas de hecho, como han hecho en España, adelantándose a la normativa estatal, doce Comunidades Autónomas.

Aunque la adopción se ha convertido en el punto más polémico de la nueva ley español, el carácter pionero de la norma reside en la nueva definición del matrimonio, ya que en la legislación nacional e internacional hay más ejemplos que recogen la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo.

Ya la permiten en España las leyes de parejas de hecho de Navarra, el País Vasco, Aragón y Cataluña y, en el extranjero, legislaciones como las de Holanda, Suecia, Inglaterra o Noruega.

La lucha de los colectivos de homosexuales siempre incluyó el derecho al matrimonio, pero los primeros pasos se dieron en torno a la equiparación legal de las parejas de hecho en cuestiones como la propiedad, la herencia o la seguridad social.

La primera ley de parejas de hecho fue aprobada en 1989 en Dinamarca, camino que siguieron Noruega (1993), Suecia (1995) e Islandia (1996), que permitió adoptar a los hijos biológicos de uno de los miembros de la pareja.

Holanda, que había aprobado su norma de parejas de hecho en 1998, abrió por primera vez el matrimonio a las parejas del mismo sexo en 2000, y Bélgica hizo lo mismo en 2003.

Este último país no permite la adopción y Holanda, que la restringe a los niños del país, tramita en estos momentos una reforma legal para eliminar ese límite.

En España, en 1994, el Ayuntamiento de Vitoria fue el primero en abrir un registro de parejas de hecho, en el que podían inscribirse tanto parejas heterosexuales como homosexuales.

Ese año, el Gobierno socialista prometió regular las parejas de hecho, pero concluyó la legislatura sin hacerlo

El PP, en el Gobierno desde 1996 hasta el año pasado, rechazó en reiteradas ocasiones en el Congreso las proposiciones de la oposición, con lo que fueron las Comunidades Autónomas quienes iniciaron su camino en solitario.

En 1998, Cataluña fue la primera en aprobar una ley equiparando los derechos legales, económicos y sociales de los matrimonios y las uniones extraconyugales, pero sin contemplar la adopción para las parejas homosexuales.

Navarra, en 2000, fue la primera Comunidad que incluyó la posibilidad de adopción para las parejas del mismo sexo.

La ley fue recurrida por tres diputados de UPN y 83 del PP ante el Tribunal Constitucional, pero aunque se admitió a trámite el recurso, no se decretó la suspensión cautelar de la norma, que siguió vigente.

Así, en 2004 se registró en la Comunidad Foral una sentencia pionera, la primera en España que concedía a una lesbiana la adopción de las hijas biológicas de su compañera. EFE