A continuació trobareu l'article que publico avui al diari Expansión
Explicar, negociar, pactar
Ha llegado el momento de explicar, negociar y pactar. Por ello, el PSC ha lanzado una campaña informativa a partir del sitio web www.estatuto.info, que pretende ofrecer las explicaciones y documentos necesarios para entender la propuesta catalana, y del envío de 2500 carpetas informativas a creadores de opinión y dirigentes políticos.
Este esfuerzo se enfrenta a una durísima campaña desarrollada por el Partido Popular y sus apoyos económicos y mediáticos, que siguen una estrategia de mentiras y crispación en la que por desgracia son maestros. Esta estrategia puede tener consecuencias gravísimas para el futuro pues pretende excitar el anticatalanismo primario de algunos sectores y el enfrentamiento entre Comunidades. Parece mentira que quienes se dicen patriotas desconozcan que negarse a admitir a trámite la propuesta avalada por 120 de los 135 diputados y diputadas del Parlament de Cataluña para así poder discutirla, negociarla y acordarla es lo que de verdad podría debilitar la unidad de España.
De los muchos temas objeto de controversia, el de la financiación es uno de los más delicados. Conviene, pues, desmontar las mentiras y deformaciones sobre la propuesta catalana, que no es un modelo de concierto económico y cupo. La Agencia Tributaria de Cataluña colaborará con la administración tributaria del Estado, lo que no ocurre en un sistema de concierto. La aportación al Estado se fija a través del reparto de porcentajes sobre el rendimiento de los impuestos y, por lo tanto, no se basa en un cupo o cuota. Y la propuesta establece la participación en mecanismos multilaterales de solidaridad, lo que tampoco ocurre en un sistema de concierto.
La propuesta catalana es generalizable, es de carácter federal y parte de una idea básica: los impuestos que pagan los ciudadanos sirven para financiar las políticas públicas desarrolladas por las distintas administraciones. La fórmula es sencilla: se acuerda un sistema unificado de recaudación, se reparten los rendimientos tributarios, se incrementa la capacidad normativa de la Generalitat y se desarrolla un potente sistema de solidaridad claro, justo y transparente.
Sin establecer fórmulas concretas, pues ello corresponde al acuerdo que deben tomar las instituciones y organismos económico-fiscales de carácter bilateral y multilateral, se propone que el cálculo de la aportación para financiar los gastos del Estado para el desarrollo de sus servicios y competencias se realice fundamentalmente a partir de criterios de población. En cambio, para definir la aportación a la solidaridad y a los mecanismos de nivelación previstos en la Constitución, se propone garantizar el principio de que todas las Comunidades Autónomas puedan prestar un nivel de servicios similar si realizan un esfuerzo fiscal similar, y se afirma que el mayor esfuerzo fiscal de los ciudadanos de Cataluña se debe traducir en mayores recursos para la Generalitat y que la aplicación de los mecanismos de nivelación no puede alterar la posición de Cataluña en la clasificación de renta per cápita de las Comunidades Autónomas.
Ni concierto, ni cupo, ni insolidaridad. Es falso decir que “los catalanes quieren llevarse la pasta”. Tan falso como decir que el nuevo Estatuto pretende alejar o separar a Cataluña de España.
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