Compromís renovat
Avui, el diari ABC em publica l'article que trobareu aquí sota:
Compromiso renovado
Que el PSC es un partido con una vocación marcadamente municipalista es algo que no se le puede escapar a nadie. Que lo es porque desde el principio de la democracia asumimos responsabilidades en muchos ayuntamientos tampoco. Y que esas responsabilidades han sido ejercidas con diligencia y buen hacer no se le escapa a los ciudadanos, lo demuestran los resultados electorales.
El PSC volvió a ganar el pasado 27 de mayo las elecciones municipales, obteniendo más votos que ningún otro partido y aumentando en 289 los concejales elegidos en 2003. Los resultados obtenidos por el PSC apuntan a que gobernaremos en ciudades y pueblos en los que reside alrededor del 70% de la ciudadanía de Cataluña.
Ciertamente el nivel de abstención es preocupante. Casi tanto como el partidismo, la frivolidad y la superficialidad con que algunos analizan ese fenómeno complejo que esconde una casuística infinita. El PSC, al ser el partido más votado, es el que más ha contribuido a la participación registrada, y aunque eso no debe consolarnos, debería al menos sosegar los ánimos de quienes pretenden que aceptemos la máxima responsabilidad en el grado de abstención registrado.
Sinceramente no creo en recetas mágicas para elevar la participación, y tampoco en grandes reformas institucionales o electorales. Estoy convencido de que si todos los partidos cumplimos con los compromisos adquiridos en campaña, los ciudadanos se sentirán más atraídos por las urnas.
El PSC ha revalidado la confianza mayoritaria de la ciudadanía catalana con un eslogan elocuente: «Nuevas ideas». Vivimos en una sociedad cambiante, exigente, moderna y profundamente democrática. Una sociedad que espera de sus políticos locales algo tan sencillo como complejo a la vez: soluciones a sus problemas cotidianos. Y eso es precisamente lo que el PSC ha ofrecido a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña.
El domingo se abrió una nueva etapa, con 4 años por delante, y las expectativas ciudadanas -como es lógico y necesario- son elevadas. Creo que la legislatura municipal estará marcada profundamente por la gestión de la inmigración y por la resolución del grave problema de la vivienda. El PSC está en disposición de afrontar ambas cuestiones con garantías, más si cabe sabiendo que el Gobierno de España y el de Cataluña desarrollan políticas activas en estos ámbitos.
Los socialistas debemos ahora responder a esa confianza mayoritaria con hechos y políticas. Quienes hemos sabido gestionar ayuntamientos en los años 80, cuando no había presupuesto, ni competencias, ni respeto del resto de las instituciones, y por contra, los problemas sociales, de integración y de cohesión eran mucho mayores, sabremos ahora gestionar nuevas realidades no menos complejas.
Miquel Iceta
Viceprimer secretario y portavoz del PSC
Compromiso renovado
Que el PSC es un partido con una vocación marcadamente municipalista es algo que no se le puede escapar a nadie. Que lo es porque desde el principio de la democracia asumimos responsabilidades en muchos ayuntamientos tampoco. Y que esas responsabilidades han sido ejercidas con diligencia y buen hacer no se le escapa a los ciudadanos, lo demuestran los resultados electorales.
El PSC volvió a ganar el pasado 27 de mayo las elecciones municipales, obteniendo más votos que ningún otro partido y aumentando en 289 los concejales elegidos en 2003. Los resultados obtenidos por el PSC apuntan a que gobernaremos en ciudades y pueblos en los que reside alrededor del 70% de la ciudadanía de Cataluña.
Ciertamente el nivel de abstención es preocupante. Casi tanto como el partidismo, la frivolidad y la superficialidad con que algunos analizan ese fenómeno complejo que esconde una casuística infinita. El PSC, al ser el partido más votado, es el que más ha contribuido a la participación registrada, y aunque eso no debe consolarnos, debería al menos sosegar los ánimos de quienes pretenden que aceptemos la máxima responsabilidad en el grado de abstención registrado.
Sinceramente no creo en recetas mágicas para elevar la participación, y tampoco en grandes reformas institucionales o electorales. Estoy convencido de que si todos los partidos cumplimos con los compromisos adquiridos en campaña, los ciudadanos se sentirán más atraídos por las urnas.
El PSC ha revalidado la confianza mayoritaria de la ciudadanía catalana con un eslogan elocuente: «Nuevas ideas». Vivimos en una sociedad cambiante, exigente, moderna y profundamente democrática. Una sociedad que espera de sus políticos locales algo tan sencillo como complejo a la vez: soluciones a sus problemas cotidianos. Y eso es precisamente lo que el PSC ha ofrecido a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña.
El domingo se abrió una nueva etapa, con 4 años por delante, y las expectativas ciudadanas -como es lógico y necesario- son elevadas. Creo que la legislatura municipal estará marcada profundamente por la gestión de la inmigración y por la resolución del grave problema de la vivienda. El PSC está en disposición de afrontar ambas cuestiones con garantías, más si cabe sabiendo que el Gobierno de España y el de Cataluña desarrollan políticas activas en estos ámbitos.
Los socialistas debemos ahora responder a esa confianza mayoritaria con hechos y políticas. Quienes hemos sabido gestionar ayuntamientos en los años 80, cuando no había presupuesto, ni competencias, ni respeto del resto de las instituciones, y por contra, los problemas sociales, de integración y de cohesión eran mucho mayores, sabremos ahora gestionar nuevas realidades no menos complejas.
Miquel Iceta
Viceprimer secretario y portavoz del PSC
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