ARXIU XAVIER SOTO

Una de les formes de recordar Xavier Soto és recollint els seus escrits i intervencions. Per això hem decidit obrir una secció d'arxiu dins la pàgina web del Cercle Xavier Soto. Trigarem força temps a recopilar material i publicar-lo aquí. Per ajudar-nos en aquesta tasca us convidem a contribuir a aquest fons si teniu materials d'en Xavier, tot enviant-los per correu electrònic.

Aquí hi trobareu una entrevista publicada a L'OPINIO SOCIALISTA la segona quinzena de desembre de 1981; l'article "¿Quién desprestigia a las instituciones?" publicat a EL NOTICIERO UNIVERSAL; l'entrevista que li va fer Margarita Rivière per EL PERIODICO, publicada el 24 de febrer de 1984; l'article "Contra la mort i la intolerància" signat conjuntament amb el Secretari General de l'Unió de Joves, publicat al diari AVUI el 4 de desembre de 1985; l'article "El octavo pasajero", publicat a EL PERIODICO el 24 de desembre de 1984; l'article "L'any dels joves", publicat al diari AVUI el 21 de febrer de 1985, amb motiu de la celebració de l'Any Internacional de la Joventut; i l'article "E pur, si muove" publicat a la revista ALCARRER en el número de setembre/desembre de 1985.

1. Entrevista publicada en L’OPINIÓ SOCIALISTA en la segunda quincena de diciembre de 1981, con motivo de la celebración del 3er Congreso de la JSC

Hablamos con Xavier Soto, coordinador nacional de la JSC:

“Ir a aquello que preocupa al joven”

Xavier Soto es el coordinador nacional de la Joventut Socialista de Catalunya, por elección del III Congreso de la organización, celebrado a finales de noviembre pasado. Su cargo sustituye al de secretario general de la JSC, que ha sido suprimido en función de una nueva estructuración de la Joventut. Xavier Soto tiene 20 años y milita en el socialismo catalán desde los 14 en Badalona, ciudad donde vive; estudia Derecho y trabaja de administrativo en una agencia de aduanas. Hasta ahora era miembro del Consell Nacional y nunca había estado en una ejecutiva hasta ahora.

 

Xavier Soto, ¿cómo valoras el reciente congreso de la JSC?

El congreso fue positivo en dos sentidos: Ha dado respuesta a los deseos de renovación de la organización y ha conseguido que se adapte más a la realidad. Había una conciencia clara de que la JSC no conectaba con la realidad, no conectaba con la juventud, que los estatutos eran excesivamente complejos, había como un reconocimiento de que la organización juvenil era un partido en pequeño, donde se hacía una política dirigida a la clase política y no a la juventud. Se ha conseguido descargar los estatutos y se ha intentado adecuar la estructura a los problemas de la juventud. Hasta ahora la estructura territorial era la fundamental y a partir de ahora se va a compatibilizar con la estructura sectorial, la estructura de los frentes de lucha, el estudiantil, el ecológico, el de la libertad sexual, el cultural, etc.

El cambio de nombre de secretario general a coordinador nacional no es sólo un cambio formal sino que se le quiere dar también una dimensión política.

Queremos que la ejecutiva sea una ejecutiva colegiada, sin una voz cantante que se imponga, una ejecutiva diferente. Que el primer secretario no sea la persona que está por encima de los demás, que es una persona que siempre va muy preocupada y que no es capaz de irse a tomar una copa con los amigos o irse a jugar al futbolín con los chicos de Bellvitge. Tenemos que adaptarnos a la realidad de la juventud; yo diría que el tema de la LOAPA, por ejemplo, es un tema importante, pero los problemas que afectan a la juventud no son ésos, son problemas mucho más inmediatos y cotidianos, es el tema del paro, de estar estudiando y que al final no sirva para nada, el tema de una delincuencia juvenil cada vez más galopante...

La cera que arde

¿La JSC se ve con fuerzas para afrontar estos problemas?

Somos conscientes de que la organización es débil. Ahí están nuestros datos, nos hemos abierto a la sociedad y hemos expuesto claramente que la JSC no son mil ni cuatro mil militantes, somos ciento cincuenta y tres y esta es la cera que arde en estos momentos. Nosotros somos responsables de no haber sabido motivar a la juventud, pero también hay otros responsables: las instituciones, los partidos, etc. Reconociendo nuestra debilidad vamos a intentar cambiar cosas; los cambios pueden ser poco importantes pero esas pequeñas cosas juntas pueden ser un cambio importante. Estamos seguros que cuando pongamos la organización a trabajar eso va a aumentar en un número importante, pero este gesto de decir los números reales quiere simbolizar que, a partir de ahora, vamos a ser realistas y a decir qué es lo que hay.

La crisis de las organizaciones juveniles se hace patente en la JSC, en la Joventut Comunista y en muchas más, ¿puede suponer esto que sea hoy más importante que los partidos hagan una política juvenil, en lugar de que se mantengan organizaciones políticas juveniles?

Esa pregunta se la hace mucha gente en el seno, por ejemplo, de nuestro propio partido. Desde el momento que nosotros trabajamos en un organización juvenil, teóricamente tenemos que creer en ella; pero creemos además que es necesaria, que hay unos problemas como sector específico a los que tiene que enfrentarse una organización juvenil; los problemas del joven no son entendidos por el conjunto de la sociedad ni por los partidos tradicionales de izquierda; que haya una organización donde los jóvenes se autogestionen y se dirijan, donde sean capaces de dar alternativas a sus problemas sin la supervisión teórica de nadie, es necesario. Hay personas que se lo cuestionan y quizás tengan razón; en estos últimos tiempos la organización no ha servido para nada, no ha aglutinado nada, ha sido un desastre; pero hay un dato a plantearse, por ejemplo en la reciente manifestación por la Paz un 50% de asistentes eran jóvenes y para lanzar una política de movilización, la juventud es un elemento indispensable y necesitamos una organización que sea capaz de motivar a los jóvenes, no estrictamente por los problemas generales, sino también por los que les afectan directamente a ellos. Existe el tema de que el partido puede llegar al gobierno, ganando unas elecciones, por poco, con un 40% de abstención, pero que las gane; esa victoria puede ser una victoria frágil, al partido socialista le puede resultar difícil gobernar el país, lo que hay que hacer es intentar ganar convenciendo, intentar ganar creando una dinámica de participación, una dinámica como la que han logrado los socialistas franceses o griegos, aquello que se dice de convertir a los “pasotas” en “pasokas”, y esto es lo que podemos hacer aquí y para ello la organización juvenil es un instrumento fundamentalísimo.

La relación entre la JSC y el PSC era un tema polémico en el reciente congreso ¿cómo ha quedado estructurada?

Esto es siempre un tema delicado. Hay una suspicacia que se ha planteado fantasmalmente; se decía que los líderes del partido influyen en los líderes juveniles para que hagan una política determinada; yo creo que esto no ha pasado nunca; lo que ha pasado es que ha habido unos determinados líderes de la Joventut que por determinadas cosas les ha interesado una cierta actitud delante del partido y entonces son ellos los que se han explicitado esta influencia, no ha sido una influencia directa, sino que han sido estos militantes que hacen política no de cara a la organización juvenil, sino que la hacen mirando al partido. Esto ha latido en el congreso, como ha latido la memoria de los últimos acontecimientos en la Joventut, que ha sufrido problemas que no eran propios de la JSC, sino que eran aplicaciones miméticas de los problemas del partido. Ha habido un deseo de salvaguardar a la organización de este tipo de cosas y esto se ha plasmado en la resolución del congreso que más o menos mantiene los mismos cauces de relación y lo que intenta es diversificar estos cauces; no creemos que el cauce fundamental de relación pase por la presencia del coordinador nacional en las ejecutivas del partido; tienen que haber otros cauces como los contactos permanentes de los responsables de cada área de la Joventut y del partido, contactos constantes de delegaciones de una y otra ejecutiva, una comisión en el Consell Nacional, etc.; pluralizar las relaciones y descentralizarlas, que no sólo se den en la dirección sino también en las agrupaciones y en los grupos sectoriales.

No queremos ser el partido radical

La resolución política habla de un nuevo planteamiento, de un cambio de línea política...

Yo creo que esto no debe entenderse mal. Se ha dicho que nosotros queríamos cubrir un espacio político radical que impidiera la posible creación en el futuro de un partido radical. Esto puede ser una visión táctica desde fuera de la organización pero desde dentro no es así. Creemos que lo que hay que ocupar es un espacio que corresponde a los socialistas, pero centrándose en aquellos temas en donde los socialistas por la misma dinámica política están dejando a un lado. Queremos que la línea política se amolde al nuevo modelo de organización, que las preocupaciones políticas de la JSC sean otro tipo de preocupaciones; la ponencia política se ha centrado sobre temas como el ecológico, el cultural, la libertad sexual, plantearse la reivindicación de una lista de nuevos derechos, como el mismo derecho de los jóvenes a equivocarse, el derecho a la comunidad, el derecho al tiempo, el derecho a sentirse diferente en una sociedad cada vez más estandarizadora, el problema de la delincuencia y de la drogadicción, un tema que en el que hemos hecho especial hincapié, un problema en el que los ayuntamientos están intentando hacer algo, pero el gobierno central y el de la Generalitat no están haciendo nada; la delincuencia no nace por generación espontánea sino que tiene unas explicaciones sociales a las que hay que hacer frente; el tema de la drogadicción lo hemos enfocado sin demagogia, nosotros no hacemos como los hijos de los ministros que para enfadar a sus papás fumaban porros en el congreso de la UCD. El tema de la droga blanda lo tenemos clarísimo, hay que legalizarla ya, hace menos daño que el alcohol, y hay que impedir una red clandestina, unos cambios de mercancía, etc.; en cuanto a las drogas duras es un problema más serio, hemos sido más prudentes, nosotros queremos estudiar el tema con profundidad y no caer en demagogias baratas.

¿La JSC tiene incidencia en esas zonas donde los problemas de la juventud, los problemas de marginación, se hacen más patentes?

Ese es un problema fundamental. Si hiciéramos una encuesta, tendríamos que en la JSC un 25% son estudiantes, otros 25% eran militantes del partido, otro 25% su padre o su abuelo es socialista, etc. Gente que se apunte por problemas juveniles encontramos pocos; lo que pasa es que ahora se está dando una cosa curiosa, que es que las agrupaciones que ahora mejor funcionan son las de las comarcas, mientras que en Barcelona la cosa no va bien. Este es un tema que nos preocupa y vamos a trabajar en él, queremos implantar la organización en esas zonas, en los barrios periféricos, queremos captar militantes, especializados en temas sectoriales, que hay algo, no partimos de cero, en Bellvitge, en La Verneda o en Santa Coloma hay gente preocupada por estos temas.

El Congreso trató otros temas importantes

El tema de la política internacional, el tema del hambre, la lucha por la paz y la solidaridad. La paz está en peligro, el tema de la OTAN no es un tema cerrado y todavía hay que hacer esfuerzos para impedir la entrada de España en ella. Estamos en 1981, el hombre está llegando a Marte y aquí en la tierra aún mueren de hambre 50.000 personas; vamos a hacer campañas en este sentido no sólo para que los gobiernos apliquen ese 3% de su presupuesto para los países del Tercer Mundo, sino que hay que concienciar a la sociedad civil. También el tema de la solidaridad, los catalanes y los españoles sabemos la importancia que ha tenido la solidaridad internacional en los últimos 40 años, tenemos una deuda moral, especialmente con los países de América Latina, y vamos a trabajar en ello. Por otro lado, hicimos una declaración puntual en torno a la consolidación de la democracia en España, no vamos a dejar que nos la arrebaten, que los golpistas no cuenten con los jóvenes para sus objetivos.

¿Cambio o continuidad en el III Congreso de la JSC?

Evidentemente apuesto por el cambio, si creyese en la continuidad no estaría donde estoy. No cabe posibilidad de continuidad porque esto significa el fracaso y la desaparición de la organización. Hace falta una renovación profunda y el partido debe participar en el proceso de cambio, activamente; la JSC y el partido son autónomos pero todos sabemos de donde sale el dinero y el apoyo político, todos los sectores del socialismo de Catalunya deben apostar por el cambio de la JSC en la necesidad esencial de entusiasmar al país y, por tanto, entusiasmar a la juventud en ese proceso de cambio general, hay que entusiasmar y cautivar al personal.

¿El PSC tiene política juvenil?

Yo diría que el partido ha ido teniendo una política juvenil puntual, un poco a remolque de las circunstancias. No ha habido una política juvenil a largo plazo y bien realizada. Yo creo que el partido y la JSC han de tener una política juvenil similar aunque tenga diferencias. El partido ha de tener una política juvenil y esto no debe contemplarse desde la JSC como una amenaza, ojalá el partido hiciese política juvenil, porque esto querría decir que habría gente que se preocupa en hacer eso, pero no la hay. Sin embargo tengo que decir que yo estoy esperanzado, esperanzando porque el discurso de Joan Reventós en el III Congreso de la JSC fue esperanzador, habló de propuestas claras y concretas a realizar; las conversaciones que yo he tenido con miembros de la Ejecutiva Nacional, y en concreto con Raimon Obiols, han sido esperanzadoras, parece que por primera vez el partido va a apoyar a la JSC, yo lo que espero es que no se queden en palabras y que se constate en hechos.

2. Artículo “¿Quién desprestigia a las instituciones?” publicado en El Noticiero Universal

¿Quién desprestigia a las instituciones?

Una vez más se han hecho públicas, en respuesta a una pregunta presentada en el Parlament de Catalunya, las subvenciones que anualmente otorga la Dirección General de Juventud a las organizaciones juveniles, y un año más también hemos asistido al deplorable espectáculo de la discriminación, del clientelismo y la arbitrariedad a las que tan acostumbrados nos tiene el Gobierno minoritario de CiU. Un dato es suficiente para explicar la magnitud del escándalo: una sola organización se lleva el 40% del total del dinero destinado a las organizaciones juveniles de Catalunya, y casualidad de las casualidades, el actual Director General de Juventud fue, hasta su nombramiento, dirigente de esa organización.

Pero esto no es ni mucho menos un dato atípico o anormal, sino uno más de los cientos de ejemplos que podríamos poner para demostrar cómo la política que se está realizando desde el Gobierno minoritario de CiU se caracteriza por el más rastrero de los clientelismos. La política de la Dirección General de Juventud no es más que una mala, triste y pobre imitación del programa de la obra cultural de cualquier entidad financiera de nuestro país. El Gobierno conservador de Jordi Pujol no ha tenido, no tiene, política juvenil; y si la ha tenido ésta ha consistido precisamente en no tenerla. ¿Qué tipo de medidas ha adoptado la Dirección General de Juventud para abordar el problema de la delincuencia juvenil? ¿Qué tipo de coordinación se ha ejercido desde la D.G.J. y el Consell Executiu con respecto a las medidas que en el campo juvenil han venido adoptando y desarrollando los ayuntamientos catalanes? ¿Qué tipo de apoyo ha dado el Consell Executiu a las nuevas formas de asociacionismo juvenil, que suponen sin duda una auténtica renovación del movimiento juvenil? La respuesta a estas y otras muchas preguntas es evidente: no se ha hecho absolutamente nada. Nada tiene que envidiar la política desarrollada en el ámbito juvenil por el Gobierno Pujol a la que en el ámbito estatal realizaron los sucesivos gobiernos de UCD.

En definitiva, CiU ha hecho política para cubrir el expediente en este campo, olvidando y marginando al conjunto del mundo juvenil, al millón de jóvenes catalanes de edades comprendidas entre los 16 y 24 años. Y atención: si la política juvenil es uno de los temas prioritarios a abordar hoy en la acción de gobierno de cualquier país del mundo, lo es mucho más en un país como el nuestro que ha visto durante siglos cómo era aplastada su conciencia nacional y cómo se la privaba de su derecho al autogobierno; y lo es mucho más porque hay que tener en cuenta que se está dejando la solución a los grandes problemas que afectan a la comunidad catalana de nuestros días, como puedan ser la consecución definitiva de la unidad civil de nuestro pueblo o la plena normalización del uso de nuestra lengua, al paso del tiempo, al relevo generacional. Se está condenando al país a ver perpetuados esos problemas. La falta de imaginación e iniciativas están hipotecando nuestro futuro colectivo, destruyendo nuestra esperanza. Y no lo podemos permitir.

El Gobierno Pujol ampara su actitud en la aparente pasividad de la juventud actual; pero sería ilegítimo, además de un profundo error de cálculo, suponer que los jóvenes van a aceptar sumisamente la situación actual. ¿Quiénes son los que de verdad desprestigian a las instituciones?

3. Entrevista publicada en la contraportada de EL PERIÓDICO el viernes 24 de febrero de 1984, realizada por Margarita Rivière a Javier Soto.

Javier Soto, diputado

El diputado más joven de la historia parlamentaria española, 22 años, es socialista y un tanto pasota: “Si no se pasa de algunas cosas es que no se puede aguantar”. Hace una semana se estrenó en el Congreso; aquello le impresionó y  sintió rabia.

“Ser mayor es un rollo”

 Margarita Rivière 

“RABIA, sí. Por lo que alguna de la gente que está ahí le había hecho a mi padre. ¿Qué? ¿Te parece poco currar como un negro para vivir desastrosamente con cuatro duros?” Eso era en los sesenta, la España del desarrollo. Javier no se concienciaría hasta la muerte de Franco: tenía entonces 14 años. “Vi claro que tenía que ponerme junto a la gente que quería cambiar las cosas”, y se hizo socialista. Hoy es una estrella juvenil incluida en las listas electorales al Parlament de Catalunya.

Sus compañeros del Congreso ya le han dado el  primer toque: “Oye, señoría, que a ver si menos zamarras y tejanos”. Y wambas. “Procuro ponerme zapatos y pantalones de pana, al menos”. Tendrá que hacerse un traje, tal vez. Estar en el Parlamento parece un privilegio.

-         Para un joven lo que es un privilegio es tener un sueldo como el de los diputados. Bueno, luego habrá que hacer declaración de renta, jo…

-         No te gusta ser mayor.

-         No.

-         El traje, los impuestos. Eso es ser mayor.

-         No. Soy diputado porque soy joven. Ser mayor es un rollo.

-         ¿Y ser joven?

-         Ser joven es un lío. Aparte del curre, que bueno, no existe… La gente quiere ser feliz sin dinero, sin curre: eso es dificilísimo.

-         Ser joven, ¿es una desgracia?

-         Yo creo que sí.

-         Eso es muy fuerte.

-         Me cargan los datos, pero los hay. Me jode que hablen del 18 por ciento de paro, cuando lo que hay es un 20 por ciento de la gente que se reparte el 60 por ciento del paro. Y todos los demás se reparten el resto, el 8 por ciento. Los jóvenes hemos pagado la paz social de este país.

-         Y los sindicatos ¿qué dicen?

-         Son poco sensibles, como los partidos. Defienden a los que trabajan y los jóvenes se quedan fuera siempre.

-         ¿Tú haces algo por ellos?

-         Se pueden intentar pequeñas cosas: que no detengan a la gente por ir con cazadora, quitar el impuesto de lujo de las guitarras…

-         Crees que la política sirve para algo.

-         Sirve para algo la que sirve, la otra no.

-         Lo normal, en los jóvenes, es no creer en la política.

-         Sí. Yo puedo ser hasta anormal. Aunque ser pasota es sólo una máscara. Mira, somos gente que pedimos poco porque sabemos que vivimos un momento difícil, pero nos entregamos cuando alguien hace algo por nosotros. ¿Cómo te lo diría? Vivimos una especie de esperanza resignada y yo estoy con el pragmatismo más que con el idealismo.

-         No queréis lo imposible, pues.

-         Oye, tía, que ése es un rollo que me trae frito: lo del mayo de 68, que querían que nos arreglaran lo imposible.

-         Es cosa de otra generación.

-         Que yo sintonizo con ellos, que conste. Menuda les ha caído encima. Yo me enganché enseguida con las ideas de Felipe González. Te digo del 77, el 78.

-         ¿Y ahora qué?

-         Pse. Bueno, que Felipe es un gran Presidente. No sé si se puede hacer mucho más.

-         Tú eres más radical.

-         Yo antes era de los españolistas del PSC. Ahora soy nacionalista. ¿Cómo vamos a dejar eso a la derecha? Yo he comprendido que las autonomías pueden hacer muchas cosas por la gente, están más cerca. Ah, que conste que no te hablo de los últimos cuatro años.

-         Ya suponía. ¿Cómo te has convertido en nacionalista?

-         Ha sido Obiols. Lo ha visto muy claro.

-         ¿A ti te han aleccionado para las entrevistas?

-         Mujer, no. Sólo me han dicho que no diga tacos.

-         ¿Tu crees que los mayores os entendemos a los jóvenes?

-         Está claro que con ésos que van sólo a los partidos de fútbol y ni se acercan por un concierto de rock, es imposible. Mira, Pujol, por  ejemplo. Con los de cuarenta años puede ser más fácil: son más sensibles.

 La piel de un joven, sí, es algo delicado.

 

4. CONTRA LA MORT I LA INTOLERÀNCIA

Article publicat al diari AVUI el 4 de desembre de 1985

Les mobilitzacions dels joves europeus en els darrers anys han tingut un denominador comú, expressat amb pluralitat d’anhels i d’exigències: ha estat un renovat impuls ètic, que ha presidit multitud de manifestacions, des del crit quasi desesperat per la PAU, fins a les manifestacions contra els brots neonazis a Alemanya, passant per aquesta magnífica campanya dels joves francesos contra el racisme antiàrab sota el lema “Touche pas mon pote”.

Contra aquest impuls ètic, i habitualment amb la força que dóna la violència més o menys explícita, apareixen de manera minoritària execrables mostres de barbàrie i irracionalitat: des d’actuacions de certs aparells d’Estat, fins a avalots causats per aficionats al futbol, passant per qualsevol mostra d’agressiva intolerància.

Una d’aquestes dissortades mostres d’irracionalitat apareix al nou Codi Penal Militar, aprovat darrerament pel Senat espanyol, malauradament també amb els vots del grup socialista. Ens referim a aquell aspecte que recull la possible aplicació de la pena de mort en temps de guerra. El principal argument utilitzat pel grup socialista ha estat que tota guerra produeix morts innocents de manera indiscriminada i que en aquesta situació aplicar la pena de mort en determinats delictes molt específics és més justificable. Tant aquest argument com el del dret comparat no poden amagar que, possiblement, entretinguda la opinió pública amb altres temes, l’Estat de dret ja comès un greu i lamentable error.

Nosaltres creiem que la guerra és una injustícia i una injustícia generadora d’injustícia per ella mateixa, però també creiem que no hi ha res que aconselli afegir a una injustícia a una altra injustícia, i la pena de mort sempre la considerarem injusta. Profundes conviccions filosòfiques donen suport a la posició abolicionista respecte a la pena de mort (conviccions que tingueren presents els “pares de la Constitució espanyola”) i allò que és realment paradoxal és que unes conviccions filosòfiques puguin admetre excepcions. I més paradoxal és perquè, com es pot comprendre, en temps de guerra no es pot alçar recurs (sobretot si hom és al front) i que les poques garanties d’un consell de guerra poden provocar, amb relativa facilitat, un error judicial. La pena de mort, àdhuc en temps de guerra, no deixa de convertir l’Estat en botxí, a més de tenir efectes contraris als perseguits i a més de ser cruel, inhumana, anacrònica, inútil, desproporcionada i irreparable. És precisament en situacions de guerra quan es desencadena l’histerisme, la rancúnia, el nerviosisme (que fàcilment podrien impregnar els tribunals militars); per això és en aquests moments quan es fa més necessari, amb la força d’aquell impuls ètic, la defensa de raons que creiem humanitàries. Ens preocupa realment aquesta decisió que oblida el dret a la reeducació i a la rehabilitació, fonamentals en una societat civilitzada. Ens sembla un mal exemple d’aquesta arbitrarietat i aquesta irracionalitat que encara posen obstacles a tot Europa, a la construcció d’una societat culta i civilitzada.

Creiem també oportú palesar aquí que, desgraciadament, la violència, (en les seves diferents formes) no es dóna només en situacions de guerra. Molts tenim en la ment com la intolerància és la forma que alguns sectors de la societat tenen de reaccionar davant l’actual mutació econòmica i de valors. És una intolerància de vegades subtil, però que té múltiples expressions, afortunadament fins ara minoritàries. No obstant això, si bé fora un error exagerar-ne la seva importància numèrica, no menys erroni seria no estar previnguts a partir d’ara mateix.

Els qui signem aquestes línies, que des de la discrepància ideològica coincidim en els més profunds valors de la Democràcia com a forma de convivència entre els ciutadans en l’esfera pública, no volem deixar de constatar que també a Catalunya s’ha produït algun brot lamentable d’aquesta intolerància. Han estat de moment petits incidents protagonitzats per sectors minoritaris i, per què no dir-ho?, amb un important component juvenil, però cal que tothom faci un esforç per practicar l’entesa, el diàleg i la democràcia, amb el respecte a la pluralitat que aquesta comporta. Els qui desenvolupem la nostra activitat política o associativa en el terreny de la joventut, cal que escollim la via del diàleg, i en la mesura del possible del pacte, per afrontar els greus problemes que tenim plantejats els joves i la societat en general. Per aquest camí avançarem vers una societat més culta, més civilitzada i, en definitiva, més lliure, on es redueixi el paper repressor de l’Estat i on cap sector de la societat no es mostri violent o intolerant.

Miquel Padilla, secretari general Unió de Joves d’Unió Democràtica de Catalunya

Xavier Soto, primer secretari de la Joventut Socialista de Catalunya

5. Article "El octavo pasajero" publicat a EL PERIODICO el 24 de desembre de 1984

El octavo pasajero

Desde hace algunos años, el mundo cinematográfico ha ofrecido diversas películas sobre la vida fuera de nuestro planeta. Pero de todas las películas ofrecidas por la industria del cine me atrevería a destacar especialmente dos en este artículo, y que me van a servir para ofrecer una sinopsis del hecho juvenil de la Catalunya de los ochenta. Estas dos películas son ET y Alien, el octavo pasajero. Mientras en ET se nos ofrece una imagen casi paradisíaca de los hombres que pueden vivir más allá de nuestras fronteras espaciales, en Alien se ofrece una versión contrapuesta: la de una fuerza que va desarrollándose y creciendo en el interior de los propios hombres, y que acaba por destruirlos. Sin duda, yo creo que la versión de Alien se parece mucho más a la realidad. Si estas fuerzas extraterrestres existen, serán mucho más parecidas a Alien que a la fantasía infantil de ET y, sin duda, la realidad juvenil de este país se parece mucho más a la situación de Alien.

En la democracia española, y especialmente en la reconstrucción nacional de Catalunya, se ha colado sin pedir permiso un octavo pasajero. Un octavo pasajero que tiene que soportar diariamente el 50 por ciento del paro de este país. Alrededor de 20.000 heroinómanos que han perdido su libertad y que cada día corren el riesgo de perder incluso su propia vida, y con ella la de algunos otros.

Este octavo pasajero, que ha devorado ya a la juventud de los 60 y a los que en los 70 o en los 80 siguen creyendo en ET, plantea a la sociedad catalana, inmersa hoy en el proceso de reconstrucción nacional, graves interrogantes. No cree en los intelectuales postmodernistas que teorizan en bellos delirios, lo que para el octavo pasajero no es más que una necesidad forzosa: ellos no eligen vivir cada día sin saber qué va a pasar, sin saber cuánto dinero tendrán en el bolsillo mañana. Para ellos, el vivir al día, el vivir a salto de mata es una realidad impuesta. El octavo pasajero no ha encontrado solidaridad terrestre, no digamos ya en la derecha, sino ni tan sólo en quien parecía obligado a prestársela. La izquierda y los trabajadores han respondido con insolidaridad, insolidaridad manifiesta en su propio padre, por muy militante de la UGT o CCOO que sea, sus intelectuales han respondido con cinismo similar. Unicamente algunos jóvenes de los 70, concentrados en el Area de Juventud del Ayuntamiento de Barcelona, o en la Juventud Socialista, han practicado para con el octavo pasajero algún gesto.

Paralelamente a la estética de estos sectores, la derecha real de este país, a la que la estética igual que la ética, no le han interesado nunca, ha respondido con la brutalidad de la fuerza cuando han visto que las avanzadillas más peligrosas, situadas ya fuera del octavo pasajero, empezaban a manifestarse no ante el Palacio de la Moncloa, como los obreros de Sagunto, sino en los informes policiales. Por otra parte, es bien sabido, que los representantes políticos de esta derecha, los que hoy nos gobiernan desde la plaza de San Jaime no pueden creer en los extraterrestres, ellos sólo creen en Dios y en la Patria, y por lo tanto a nadie puede extrañar que su respuesta haya sido la de la ignorancia más absoluta. La Iglesia española, que tan importante papel jugó en el pasado, parece anatemizar ahora cualquier intento serio de aproximación al problema. Unicamente la Iglesia Vasca, que siempre ha parecido un poco extraterrestre, ha mostrado su preocupación por alguno de los problemas del octavo pasajero.

Xavier Soto i Cortés.

Primer Secretario de la Joventut Socialista.

Diputat al Parlament.

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6. Article "L'any dels joves", publicat al diari AVUI el 21 de febrer de 1985, amb motiu de la celebració de l'Any Internacional de la Joventut

L'any dels joves

Haig de començar forçosament assenyalant el meu escepticisme respecte als anys internacionals o als dies que es dediquen a alguna cosa. Quan a un sector de la societat li han de dedicar un any internacional, malament rai. Els socialistes, el que hem cregut sempre és en les polítiques vigoroses i serioses, que es porten a terme amb tenacitat i amb rigor, conscients que els problemes no se solucionen d'avui a demà, però que es té una voluntat política ferma i decidida. Però en qualsevol cas el cert és que l'ONU ens ha obsequiat, els joves, amb un any internacional, un any que haurà de servir per a millorar substancialment la qualitat de vida dels joves del nostre país.

Fa unes setmanes, el director general de Joventut de la Generalitat, des d'aquestes mateixes pàgines, deia que era un any per a l'esperança, oblidant que des del Consell Executiu aquest any no ha començat ni tan sols amb bon peu. Valgui tan sols dir, tal com va reconèixer el conseller Macià Alavedra al Parlament, que el comitè català que l'havia de preparar es va reunir per primera vegada a mitjan mes de novembre. El director general deia que siguin els mateixos joves els protagonistes d'aquest any, però s'oblidava d'assenyalar que la seva direcció general va pretendre organitzar directament el Congrés de la Joventut Catalana, sense comptar amb el Consell Nacional de la Joventut; parlava també de no reduir l'activitat de la direcció general de la Joventut al lleure, oblidant que el 85% dels recursos de la seva direcció general són destinats al lleure.

Parlava de donar suport a les noves formes d'associacionisme juvenil, mentre el grup parlamentari de CiU votava en contra de les esmenes al pressupost que pretenien ajudar una mica les noves associacions juvenils. Parlava de fer una política interdepartamental oblidant que el Consell Executiu de la Generalitat és un dels escassos governs a Europa que no té una comissió interdepartamental de joventut, que així deixa la política juvenil al lliure albir de cadascuna de les conselleries, si no com es pot explicar que quan es crea des del Consell Executiu el Comitè Organitzador de "Europa, assumpte jove" hi estiguin representades totes les direccions generals implicades menys, naturalment, la de Joventut? En definitiva, Enric Puig fa una part del discurs que els socialistes anem fent des de fa anys. Però el seu discurs no té res a veure amb l'acció de la direcció general de Joventut. I és que Enric Puig no és Joan Rigol.

El que cal fer per començar és reunir totes les institucions de Catalunya per coordinar la seva política, iniciar un diàleg real amb l'associacionisme juvenil d'aquest país, i entendre d'una vegada que, a Catalunya, la política juvenil ha d'ésser un eix cabdal de l'acció de govern i que ha d'abordar amb profunditat els problemes dels joves de casa nostra. Sense això, qualsevol política juvenil està condemnada al fracàs, i sense això, fer discursos grandiloqüents un dia de cap d'any no és més que fer façana o, cosa que és pitjor, no respon més que a una necessitat de cultivar "la clientela".

Vull tornar una vegada més a repetir l'oferiment dels socialistes per a tirar endavant una política juvenil que compti amb un ampli consens social. Els socialistes no caurem en l'error de fer dels joves un àmbit per a la lluita política. El problema és suficientment important perquè tots, l'oposició però també sobretot el govern, actuïn amb la responsabilitat que aquesta situació ens exigeix.

En qualsevol cas, si aquestes ratlles, una vegada més, no són escoltades, potser als socialistes ens quedaria el recurs de dir que la política juvenil potser no és tan important, que no ens fa falta que depengui directament del president de la Generalitat, i que torni novament al departament de Cultura, on almenys el conseller dedica als joves de tant en tant un gest simpàtic, que com a mínim ha demostrat més sensibilitat en tres dies que la direcció general de Joventut en cinc anys.

Xavier Soto i Cortés

1r. secretari de la JSC i

Diputat al Parlament de Catalunya

7. Article "E pur, si muove", publicat a la revista ALCARRER en el número de setembre/desembre de 1985 en portes del Vè Congrés de la JSC que tenia com a eslògan "LES SORTIDES DEL TÚNEL"

“E PUR, SI MUOVE”

A tota Europa es comencen a donar fenòmens molt importants que tenen els joves com a protagonistes. Per exemple, a Itàlia, les Joventuts Comunistes es troben en aquests moments amb un creixement extraordinari, i ha sorgit també un important moviment juvenil entre els estudiants d’ensenyament mitjà que ha preocupat tota la classe política del país, per no parlar del Partito Radicale. A França, els joves han reaccionat front una onada racista i feixistitzant que es produeix en alguns sectors de la societat; aquesta reacció es va plasmar en aquella extraordinària campanya del “Touche pas mon pote”. I així podríem parlar de la gran majoria dels països europeus, i fins i tot, d’alguns sectors de la societat nord-americana. A tot el món, front el neo-liberalisme apareixen iniciatives diverses, potser encara embrionàries, però no per això menys importants.

A Catalunya, aquesta onada de repolitització, o millor dit, de lluita ètica i política, està arribant amb una mica de retard, però no per això s’han deixat de donar, al llarg d’aquests dos darrers anys fenòmens importants que estan encara en situació d’inici. La Constitució i creixement de les associacions de joves aturats ha proliferat d’una forma extraordinària. Ja quasi no hi ha un poble important al nostre país on no hi hagi l’Associació de Joves en Atur. Tanmateix, hem assistit darrerament a un moviment molt important en el camp estudiantil, tant a les universitats com als centres d’ensenyament mitjà, que ha donat lloc a la creació de dues grans associacions d’estudiants, l’AJEC i la FNEC, i tothom ja parla de la lluita que es jugarà en els propers quatre anys dins del moviment juvenil en aquests terrenys. Igualment, a Catalunya estan naixent iniciatives diverses en el camp cultural, d’una gran creativitat i que sens dubte la majoria acabaran reeixint.

Però no tot és positiu. També hem assistit a l’aparició d’alguns moviments irracionals no molt significatius ni nombrosos, però sí inquietants, en tant en quant són brots d’intolerància que no s’haurien d’estendre, pel bé de tot el conjunt de la societat. Al costat de tot això, crec que estem assistint a un important procés de consolidació de les organitzacions polítiques juvenils, i especialment de la Joventut Socialista, que ho ha fet en aquests dos anys en el camp de la militància, les seves responsabilitats institucionals i el seu espai polític i social. Tot això, crec, que ens ha de fer mirar el futur amb optimisme, conscients, però que ens enfrontem amb grans reptes difícils d’abordar. Cal dir, en canvi, que per primera vegada estem en condicions de fer una important aportació a la solució dels mateixos.

Molt breument voldria referir-me a alguns dels objectius que s’ha de marcar el nostre Congrés, i que no és tant sols l’estratègia que ha de seguir l’Organització per intentar que Espanya surti de l’OTAN que és sens dubte un tema important del Congrés sinó els grans objectius pels propers 7 ó 8 anys. Jo en senyalaré tant sols tres, malgrat que en podrien ser molts més.

L’objectiu intern, des del meu punt de vista, ha de ser la construcció del moviment juvenil socialista. He dit del moviment juvenil, no només l’Organització que sens dubte ha de continuar creixent en militància, influència i capacitat de mobilització, sinó que també hem de pensar en construir la gran associació d’estudiants de l’esquerra, que hauria de lluitar molt durament en el terreny de la universitat, i sense perdre de vista que el gran objectiu de futur és l’ensenyament mitjà. Es tracta també de col·laborar colze a colze amb el Departament de la Joventut Treballadora de la UGT per a aconseguir una implantació profunda de les idees socialistes dintre de la joventut treballadora, però sense perdre de vista les noves experiències d’autoorganització juvenil en aquest terreny a les que abans m’he referit, ja que seria un error d’imprevisibles conseqüències perdre l’accés a tots els sectors que estan avui al marge del sindicalisme de classe.

El segon gran objectiu de l’Organització ha de ser el de dissenyar l’estratègia política dels anys 90. He dit en moltes ocasions que els objectius juvenils que es va plantejar l’esquerra en la transició política estan ja en aquest moment superats i que cal dissenyar un projecte que situï en el primer pla l’inserció social i professional dels joves, l’impacte de les noves tecnologies, la incorporació a Europa, etc...

El tercer gran objectiu del Congrés hauria de ser el de preparar polítiques viables que drenin substancialment l’actual procés de marginació juvenil. Si no som capaços d’aconseguir la integració dels joves en la marxa de la societat i en un sentit de canvi profund, els projectes dels socialistes es veurien hipotecats durant unes quantes dècades.

En definitiva, voldria amb aquestes línies incitar a la reflexió col·lectiva de l’Organització per a ésser capaços de dissenyar la nostra sortida del túnel.

Salut i bon Congrés!

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