Las secuelas del 'caso Filesa'

El Constitucional da la libertad a Sala

El alto tribunal suspende la ejecución de la condena de 3 años del exsenador

Los jueces anunciarán probablemente hoy que Navarro debe seguir en prisión

Los otros cuatro encarcelados estarán en la cárcel al menos hasta enero

 

MARGARITA BATALLAS

 

Madrid

 

El exsenador socialista Josep Maria Sala recuperó ayer la

libertad al decidir el Tribunal Constitucional dejar en

suspenso la condena de tres años de prisión que le impuso el

Tribunal Supremo en relación con el caso Filesa . El

Constitucional sostiene que mantener en prisión a Sala le

causaría un "daño irreparable" si finalmente se le diera la

razón en el recurso de amparo que ha presentado contra su

condena.

 

Previsiblemente, los jueces anunciarán hoy que acuerdan

mantener en la cárcel al exdiputado Carlos Navarro, según

fuentes próximas a éste. El alto tribunal, paralelamente, ha

acordado oír nuevos argumentos antes de decidir si admite a

trámite los recursos presentados por las otras cuatro personas

encarceladas por el caso Filesa y ha pospuesto hasta después

de Navidad la decisión sobre las demandas de los dos

condenados por el asunto que no están en prisión.

 

Sala abandonó la cárcel de Brians dos horas después de que los

magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Constitucional

decidieran suspender la ejecución de la sentencia del Supremo

"en lo que respecta a las penas de un año de prisión menor,

dos años de prisión menor, seis años y un día de

inhabilitación para cargo público, arrestos sustitutorios del

pago de las multas y penas accesorias a las de privación de

libertad".

 

Plazo para las alegaciones

 

El exsenador del PSC recibió con gran satisfacción su

excarcelación, aunque lamentó dejar en la cárcel de Sant

Esteve Sesrovires a Navarro y a Lluís Oliveró. Este, Alberto

Flores, Aida Alvarez y Miguel Molledo, también condenados,

permanecerán en prisión al menos hasta después de las fiestas

navideñas: el Tribunal Constitucional decidió ayer dar un

nuevo plazo, no superior a 10 días, al fiscal y a los

recurrentes para que amplíen sus alegaciones sobre la presunta

vulneración de derechos fundamentales en su condena por un

delito de falsedad. Los jueces han rechazado la admisión de

las demás alegaciones.

 

Hasta que los jueces no tengan esos nuevos informes no

abordarán la hipotética admisión a trámite de los recursos.

Por tanto, de momento han decidido no iniciar la pieza en la

que se pronunciarían sobre la suspensión de la ejecución de la

condena. Oliveró, Flores, Alvarez y Molledo han pedido, al

igual que Sala y Navarro, al Tribunal Constitucional que les

conceda la libertad hasta que se resuelvan sus demandas de

amparo.

 

Flores y Oliveró han pedido, además, el indulto al Gobierno.

La medida de gracia la tramita el Ministerio de Justicia. El

Tribunal Supremo se opuso a dejarles en libertad al asumir el

criterio de la fiscalía, contraria a la excarcelación por el

hecho de haber solicitado la medida de clemencia.

 

Sala ingresó en Brians el 28 de noviembre. Dos días más tarde

lo hicieron Navarro y Oliveró, condenados a 11 y 10 años,

respectivamente. El Constitucional admitió a trámite los

recursos de Sala y Navarro en lo que se refiere a estudiar si

fue correcto que en su día ambos declarasen en el Supremo sin

que se hubiera concedido el correspondiente suplicatorio

parlamentario.

 

Alberto Flores, penado con 10 años de cárcel, está encerrado

en la cárcel de Soto del Real. Aida Alvarez y Miguel Molledo,

condenados a dos años, cuatro meses y un día, cumplen en el

centro canario de Santa Cruz de la Palma. Los jueces les

negaron la posibilidad de cumplir de forma sucesiva sus

sentencias para poder atender a sus hijos.

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"Da gusto estar aquí fuera"

 

A las pocas horas de ser puesto en libertad el

político ya acudió a la sede central del PSC

 

JOSEP TORDERA

 

Barcelona

 

Eran las 15.45 horas de ayer cuando Josep Maria Sala volvió a

sentirse un hombre libre. "Da gusto estar aquí fuera", dijo

tan pronto se encontró en el exterior de Brians tras dejar

atrás 25 días de encarcelamiento.

 

Sala apareció satisfecho y sereno. "Recupero ahora mi libertad,

que es el derecho más vital para cualquier persona, y, sin rencor,

quiero recordar una vez más que he sido víctima de una grave

injusticia como consecuencia de un grave error judicial", afirmó,

para agregar: "No cejaré en mi empeño hasta que mi inocencia

esté plenamente restablecida". El exdirigente del PSC recordó a

Carlos Navarro y Lluís Oliveró, que siguen encarcelados, "víctimas

de un grave error judicial y de una condena injusta". Sala,

metódico, también tuvo un recuerdo para aquellos que, durante

su encierro, le han mostrado su "solidaridad y apoyo" por

medio de centenares de cartas.

 

El exdirigente del PSC hizo el último tramo del camino de

salida de Brians acompañado de sus abogados y de dos niños,

hijos de unos internos, a los que conoció al día siguiente de

su ingreso. Fuera le esperaban sus compañeros de filas José

Montilla, Miquel Iceta, Joan Oliart y Manuel Bustos. Aunque ya

había almorzado en la cárcel, Sala fue con sus compañeros a un

hostal cercano, el mismo en el que un amplio grupo de

socialistas le acompañó en su último almuerzo horas antes de

ingresar en la cárcel un frío viernes 28 de noviembre. Al

final de la comida, los cinco comensales alzaron,

discretamente, sus copas para brindar con cava por la

recuperada libertad.

 

El resto de la tarde sirvió para dar la razón a quienes

piensan que, para Sala, el PSC lo es casi todo. Había

anunciado que, al salir del restaurante, iría a su domicilio

para pasar el resto de la jornada con su familia. Así lo hizo,

pero no tardó mucho en acudir a la sede central del partido.

 

Para esta noche, a las 20.30 horas, los amigos de Sala le han

preparado una fiesta en las Cotxeres de Sants para celebrar su

libertad y sus recién cumplidos 52 años. Como regalo, sus

compañeros han decidido encargarse de editar el dietario que

Sala ha escrito durante su encarcelamiento y que el exsenador

piensa hacer llegar, entre otros, a los autores de las cerca

de mil cartas de solidaridad que ha recibido en la prisión.

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LOS ARGUMENTOS DE LOS JUECES

 

Evitar una "absoluta irreparabilidad de daños"

 

El Tribunal Constitucional ha acordado dejar en suspenso la

ejecución de la sentencia contra Josep Maria Sala porque su

cumplimiento implicaría un daño irreparable al exsenador en

caso de que finalmente se resolviera a su favor el recurso de

amparo que ha presentado.

 

Los jueces han tenido en cuenta "la relativamente escasa

entidad de la pena impuesta, la ausencia de específica lesión

a los intereses generales más allá de la genérica que de por

sí produce la suspensión de un fallo judicial, y la absoluta

irreparabilidad de los daños que para el derecho del

recurrente a la libertad supondría la ejecución de la

sentencia". El tribunal recuerda que la suspensión de una

condena es "una medida provisional de carácter excepcional y

de aplicación restrictiva", pero que no puede ser usada de "un

modo tan rígido que haga inviable en todo caso la suspensión

de la ejecución de las resoluciones".

 

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