ORIGINAL DEL LIBRO DE JOSEP M. SALA
"ESCRITO EN LA CARCEL"
La edición de Escrito en la cárcel de Josep Ma. Sala queda fuera de toda explotación y distribución comercial. Las aportaciones para sufragar su coste son voluntarias. El copyright del texto corresponde a Josep Ma. Sala Griso, y el copyright de la ilustración de la portada, que acompañó la publicación por el diario EL PAIS en su edición del 3 de diciembre de 1997 de los siete primeros días de este dietario, corresponde a Francisco Solé.
INTRODUCCIÓN
Josep Maria Sala me pidió que escribiese unas líneas como introducción a la edición de sus escritos desde la cárcel. Mi primera reacción fue la de declinar una invitación que, por otra parte, me enorgullecía sobremanera: no creía poder añadir nada a unas páginas que se explican por sí mismas. Pero me insistió, ya que, según él, era necesario describir siquiera mínimamente el contexto que originó estas páginas y su publicación.
Y a ello voy, empezando por el principio. La idea de escribir este singular dietario no fue de su autor. Ni de nadie de su entorno personal, familiar o político. Fue una idea surgida de la redacción del diario EL PAIS. Lluís Bassets y Lluís Mauri me insistieron en que trasladase este encargo a Josep Maria Sala pocas horas antes de su ingreso en el centro penitenciario de Can Brians. Y así lo hice momentos antes de que cruzase la verja de la prisión. Debo decir que pareció encantado por la idea. Su obsesión era mantener su cuerpo y su mente en forma durante su estancia en la prisión, una estancia que nadie sabía entonces cuanto duraría. Fueron, finalmente, veinticinco días. A José María, como a sus amigos, le obsesionaba también mantener viva la denuncia del grave e inexcusable error judicial que le había conducido a la cárcel. Y escribir sobre ello en los periódicos era una buena forma de hacerlo.
En EL PAIS se habían comprometido a publicar la primera entrega de este singular diario, los siete primeros días. Y así lo hicieron el domingo día 7 de diciembre. Josep Maria había decidido ya seguir escribiendo su diario hasta el día de su salida y yo, por mi parte, iba publicándolo a través de Internet en una página dedicada al "Caso Filesa" (http://www.geocities.com/CapitolHill/ Senate/1128).
El impacto de la publicación en EL PAIS de esa primera entrega fue grande. A muchas personas les proporcionó una nueva perspectiva sobre Josep Maria Sala como político y como persona. Su gusto por la poesía, la música -ópera y flamenco- o la jardinería eran desconocidos para la inmensa mayoría, mientras otros desconocían su compromiso con los sindicalistas de UGT, o su presencia constante en actividades culturales de marcada raíz popular.
El todopoderoso hombre del aparato aparecía como víctima de una grave injusticia y nos abría su corazón y su pensamiento, desde el involuntario e injusto encierro en la celda número 7 del módulo de ingresos de Can Brians.
Le llovieron cartas de todas partes. Más de 900. Loli Morón, su secretaria en la sede central del PSC, estaba abrumada por las llamadas en expresión de apoyo y solidaridad o en demanda de información.
Visto el impacto de lo publicado por EL PAIS, la idea de publicar la versión completa del "Diario de Can Brians" surgió de manera espontánea. Iba a ser nuestro regalo de cumpleaños. Nuestro, de los amigos de José María. De las más de 1000 personas que nos reunimos a celebrar su 52 cumpleaños en las Cocheras de Sants, el 23 de diciembre, dos días después de su puesta en libertad, y seis días después de la fecha de su aniversario.
Una fiesta que aprovechamos para recaudar fondos para la edición de este libro. Una fiesta organizada en sólo dos días, con la eficacia que caracteriza a Joan Ferran y sus colaboradores. Con una convocatoria difundida por José Zaragoza, y transmitida de boca a oreja por decenas de amigos y amigas.
Fue una noche inolvidable. De alegría serena, empañada por el hecho de que Carles Navarro y Luis Oliveró seguían en Can Brians. Una noche en la que se celebraba el aniversario de un amigo y su libertad recobrada.
En esa fiesta se estaba reconociendo la fortaleza y la dignidad de una persona inocente, de alguien que ha sufrido más de seis años de instrucción de una causa especial por un procedimiento paradójicamente llamado abreviado; una persona que ha sido injustamente condenada a tres años de cárcel, en base a pruebas inexistentes. En base a la firma de un acta que no firmó (acta que figura en la causa), correspondiente a una reunión a la que no asistió (según declaró en el juicio el Secretario de dicha reunión); y en base a las declaraciones durante el juicio de una persona que lo que realmente dijo es que no le conocía, que no le constaba relación alguna de José María Sala con la financiación irregular del PSOE que esa misma persona había denunciado.
El Tribunal Constitucional ha decidido suspender la ejecución de la sentencia. Apunta ya que se pueden haber lesionado derechos y libertades fundamentales de Josep Maria Sala. Nosotros estamos convencidos de ello. Y esperamos que, más pronto que tarde, su inocencia quede plenamente reconocida. Que se sepa que nada tuvo que ver con la comisión de los delitos por los que fue condenado.
Sirva esta publicación de reconocimiento a una persona
admirable,
a través de sus ideas y de sus sentimientos, a través de
su
compromiso cívico y político, a partir de sus escritos
desde
la prisión.
Miquel Iceta
ESCRITO EN LA CARCEL
28-11-97 Me acompañan en el momento de entrar en Can Brians una treintena de amigos y amigas, que simbolizan lo que yo entiendo es el núcleo vivo del proyecto socialista, mas allá de la estricta militancia, y que representan de alguna manera mi universo político y personal: cuadros del partido -de sus estructuras intermedias sobre todo-, del sindicato -entre ellos el secretario general de mi federación del metal-, y de las juventudes socialistas, alcaldes y concejales, miembros de entidades cívicas y culturales, compañeros de lucha de hace muchos años como Jordi Llimona, Jordi Parpal y Francesc Casares y muy recientes como María Freiria, Juanma y María José, que además me ha enseñado a bailar sevillanas. Pienso en todos aquéllos -que son muchos- a los que les hemos tenido que pedir que no vinieran esta tarde y que espero sabrán entender esta petición. Entre ellos Narcís y Pepe Alvarez que también querían venir y les hemos tenido que convencer.
Todos somos capaces de contener la emoción, aunque nos cuesta. No podemos darles la satisfacción de vernos tristes o amedrentados. Me despido con un abrazo de José María Cánovas, mi abogado, lorquino como le gusta definirse -qué gran profesional y qué extraordinario amigo-, bastante más afectado, por su indignación profesional, me parece que yo mismo.
La entrada en el mundo de la prisión se produce de forma natural y sin sobresaltos, a pesar del shock inevitable, que amortigua la profesionalidad y cortesía distante de los funcionarios. Ocupo la celda: no es muy grande, pero suficiente, y con un mobiliario espartano. Lo más importante: hay una buena mesa de trabajo que da a la ventana y en la que caben los libros, los compact y también cabe el ordenador, si lo solicito y se me concede poder tener mi PC conmigo. La cena es correcta, aunque sin pasarse: menestra -aparto las patatas por el régimen- y tortilla. Mucha fruta. No creo tener problemas con la comida de aquí, aunque pensaré por un tiempo en el Bistrot de Aribau y el Señor Parellada. Ah y también en el Siurana y el Ben Guisat y el Isidro de Consell de Cent.
Escucho Tannhäuser y leo los 270 primeros versos del Paraíso Perdido de Milton.
29-11-97 Me despierto a las 7.30. Ayer me dormí creo a las 22.30 con la luz de la celda aún encendida. Buena señal. La primera noche he dormido unas nueve horas y éste es el mejor indicador de mi estado de ánimo. Al despertarme hago la cama y limpio la celda. Me vuelven automáticamente las viejas rutinas de la mili. Hace unos treinta años, en el año 1967 llegaba a Cartagena, expulsado de Milicias, por la Caputxinada y por ser delegado del SDEUB (¡Aquéllo si era una asociación ilícita!), y en el Arsenal me destinaban al pañol de camas. Me quito de encima unos cuantos años de golpe.
Empiezo la tabla de ejercicios que me he fijado: abdominales y flexiones en el suelo de la celda y todos los metros que pueda, corriendo o andando, en el patio. Esto último deberé empezarlo por la tarde, porque por la mañana el patio de mi módulo esta ocupado por algunos internos e internas y sus hijos menores de 10 años. Entre los internos y sus familiares sólo oigo hablar castellano. Un funcionario me comenta que más del 90 % de los reclusos tiene el castellano como lengua propia. Esta asimetría lingüística -que es el reflejo evidente de una situación social- debería hacer reflexionar a más de uno.
El patio tiene unos 50 pasos de largo -lo he podido medir bien por la tarde ya que lo he recorrido unas treinta veces- y lo domina un gran pino y dos algo menores situados en el exterior junto a la pared. Se ven a lo lejos unas montañas y una población que trepa por las laderas. Quizás es Gelida.
Sigo con Tannhäuser y el Paraíso Perdido. Esta vez me he fijado como objetivo acabar este último. Hasta ahora nunca he pasado del Quinto Libro. Los versos de Milton siempre me impresionan:
"The mind is its own place and in itself
can make a heav'n of hell and a hell of heav'n"
("La mente es su propio lugar y por sí misma
puede hacer del infierno un paraíso y del paraíso un
infierno")
(Paraíso Perdido, Libro 1, versos 254-255)
Estos versos los escribió Milton ciego y asistiendo al fracaso de la Revolución de Cromwell, en la que había tenido un papel destacado y en plena restauración absolutista, con la consiguiente represión de sus amigos.
Para empezar Milton y Wagner. Es una selección que me ha salido espontánea. Dejaremos Agatha Christie y Tolkien para más adelante.
Hoy he tenido la primera visita: mi madre, mi hermano Javier, Miquel Iceta y Imma Cardona. No es sencillo acostumbrarse al locutorio -el vidrio de separación es el choque más serio que he sentido desde que he entrado-, pero me he sentido muy acompañado, aunque creo que quizás he estado algo brusco. Como siempre.
A media tarde me llegan los periódicos. Inconvenientes de la prisión: los fines de semana los han de traer los visitantes. Repaso en los periódicos la noticia de mi entrada en Can Brians. Me vuelvo a indignar por un momento al comprobar de nuevo lo injusto de mi situación y la gravedad del error judicial que me afecta tan seriamente, pero al ver las caras serena y tristes a la vez de los compañeros y compañeras que me acompañaban y leyendo el articulo de Miquel Iceta, me reafirmo en que no podrán conmigo ni con nosotros. Pocas veces me he sentido tan orgulloso de mis años de trabajo político y de mi militancia socialista que esta noche, solo en la celda de Can Brians.
30-11-97 Hoy me he despertado a las ocho: sigo durmiendo bien. Me dormí ayer escuchando a Jospin en el Congreso de Brest -qué ejemplo nos están dando los socialistas franceses de ser capaces de mantener la fidelidad al núcleo básico de nuestro proyecto y al propio tiempo de renovarlo y adaptarlo a los nuevos tiempos- y me he despertado escuchando el resultado de las primarias de Badalona. Tanto una información como la otra, me demuestran que el socialismo democrático sigue con una fuerza imparable.
En Badalona las primarias han resultado un éxito. !Y pensar en la cantidad de escépticos que había cuando las incorporamos a los Estatutos y desarrollamos el Reglamento! Mas de 2500 personas han participado en ellas, entre militantes y simpatizantes, con tasas de participación del 70% y el 50% !Qué magnifico comienzo! No hay mejor método que el democrático para decidir y resolver conflictos. También en los partidos. El gran reto de los partidos políticos es su renovación, pero también su democratización. La renovación para serlo de verdad ha de confundirse con la democratización y la apertura. Los partidos cerrados y oligárquicos sólo pueden renovarse en apariencia, de mentirijillas. En el PSC cada vez lo tenemos mejor enfocado para ligar renovación con democracia. Bien por los compañeros de Badalona. Pienso en Maite Arqué, y también en Ferran Bello, en Joan Blanch y en Jordi Serra, el primer secretario de la agrupación, que representa esta generación de socialistas que nos garantiza el futuro con toda seguridad.
Acabo el Libro Primero del Paraíso Perdido. Quiero acabarlo antes de salir de Can Brians y no sé cuánto tiempo tendré. Espero que poco. Pero esta mañana sobre todo la he dedicado a contestar algunas de las numerosas muestras de apoyo y adhesión que he recibido desde que se conoció la sentencia. Me abruma tanto afecto y al releerlas, me encuentro en casi todas ellas palabras como inocencia, injusticia, animo, indignación, valores, ideales,... En telegrama, postal, fax, nota o carta el mensaje es común y me alienta.
Llega mi primer paquete. Me lo envía Dimas Mas, que ha publicado en Anagrama este año la novela "Nadie en persona. Un misterio de Barcelona", que me dedica en el ejemplar que me ha mandado con "la misma indignación moral que me empuja a escribir esta novela desde los ideales que compartimos". Ojeo la novela y me parece que va a ser una lectura apasionante. Esta solidaridad y afecto de personas a las que no conozco personalmente, es uno de los aspectos muy gratificantes de la situación en que me encuentro y que la corrige en gran medida, sobre todo en el aspecto moral.
Miro un rato por televisión un partido de tenis entre Félix Mantilla y Pato Clavet. Echaré de menos el tenis estos días. En el suelo del patio del módulo están marcados los limites de un campo de tenis y me dicen que hace un tiempo dos internos improvisaron un campo de tenis, con la red sostenida por dos sillas. El ingenio en la prisión puede con todo. No sé si llegaré a utilizar esta pista improvisada
Hoy se han incorporado al módulo Carlos Navarro y Luis Oliveró. Tendremos que organizar en alguna medida nuestra convivencia en común, a pesar de que yo voy a mantener muy rígidamente la rutina que ya me he fijado en los primeros días de estancia en solitario.
1-12-97 Otro día de sol magnífico que entra por la ventana de la celda. El cristal está algo sucio y distorsiona el sol. Tendré que limpiarlo esta mañana.
Mirando el sol recuerdo unos versos de Joan Vinyoli y los encuentro.
"Oh sol daurat d'uns altres dies
quantes vegades jo t'he vist
desfer-te al cim de les muntanyes
quan, de retorn, girava els ulls!"
("!Oh sol dorado de otros días
cuantas veces yo te he visto
deshacerte en la cima de las montañas
cuando, al volver, giraba los ojos!")
(Joan Vinyoli, D'una Terra I)
La poesía de Vinyoli, que fue un buen amigo de mi padre, me recuerda siempre Santa Coloma de Farners, a la que tendría que ir con más frecuencia. Lo haré seguro al salir de Can Brians: la casa de la calle Mossèn Cinto Verdaguer espera!.
Hoy he vuelto a la biografía de Marlborough por Winston Churchill, que me acompañó durante las sesiones del juicio oral y que no había vuelto a abrir desde entonces. John Churchill, duque de Marlborough es un personaje histórico que siempre me ha fascinado y la biografía de su sucesor Winston Churchill es en mi opinión espléndida. La había leído hace ya unos años en la Biblioteca del Instituto Británico y la volví a encontrar en Londres en la librería Foyle's en mi viaje de este verano, después de buscarla sin éxito, en Internet durante un buen tiempo. Es un libro que recomendaría sin vacilar a quien pudiera encontrarlo y leerlo en inglés.
John Churchill, primer duque de Marlborough, no sólo fue un personaje clave en la historia de Inglaterra de fines del XVII y comienzos del XVIII y uno de los protagonistas decisivos de la "Glorious Revolution", aquella Revolución Gloriosa, que a la inglesa, es decir con la mínima violencia, empuja este país hacia la modernidad y es el fin del absolutismo, sino que también es un personaje clave para la historia de España y para la de Catalunya. La pérdida por Marlborough y sus aliados políticos del control del gobierno ingles y su sustitución por una administración tory, conservadora, hacia 1710, llevó a sustituir la política de intervención en Europa y enfrentamiento con Luis XIV, por una política de apaciguamiento y concesiones. La Paz de Utrecht fue la consecuencia de esta política y Catalunya una de sus víctimas.
Dice Winston Churchill en el capitulo 36 del volumen IV de esta biografía: "El destino de los catalanes, abandonados a su suerte, represaliados y oprimidos, marca una de las páginas negras de la historia de Inglaterra y aún hoy juega un papel importante en los asuntos internos de España. Los fieros debates en el Parlamento no pueden leerse sin avergonzarse..."
Tendremos ocasión de volver a Marlborough estos días, pero me parece claro su papel decisivo en la historia de nuestro país. También entonces, y que el President Pujol lo tenga en cuenta, los progresistas de aquel momento eran nuestros aliados y los conservadores nuestros adversarios. La historia siempre se repite.
He conseguido al final limpiar los cristales de la ventana. Compruebo la dificultad de estas operaciones domésticas aparentemente tan sencillas, y aunque no me ha quedado del todo bien, el sol entra en la celda más limpio y con más fuerza.
2-12-97 El cielo está más tapado que ayer, pero el sol, algo oculto por la neblina y algunas nubes, sigue llegando a mi celda, si bien algo mortecino. Rebusco unos versos que leí anteayer:
"... as when the sun new ris'n
looks through the horizontal misty air
shorn of his beams..."
("... como cuando el sol naciente
mira a través de las brumas y del aire en calma
privado de sus rayos...")
(Paraíso Perdido, Libro 1, versos 594-596)
No sé si acierto en la traducción. Tengo aquí sólo el diccionario de bolsillo Collins y seguro que se me pierde el matiz de palabras que no encuentro en él (p.ej. "shorn of his beams").
Hoy he mandado por vez primera ropa a la lavandería y he hecho el primer pedido al economato. Parece que aquí todo está muy organizado y los funcionarios eficientes y preparados. Casi todos son jóvenes y hay bastantes funcionarias. Su trato es correcto, aunque sin ningún tipo de concesión, cosa que agradezco. Hasta el momento no podría quejarme de nada en concreto, aunque la entrada en can Brians ha comportado una drástica reducción en el nivel de confort del que hasta ahora había disfrutado. Saldré de aquí seguramente más austero y apreciando más las pequeñas comodidades que la vida del exterior ofrece.
Volviendo a la biografía de Marlborough, que Winston Churchill publica el año 1938 y escribe durante los años inmediatamente anteriores, en el volumen cuarto que es el último, se relata la caída de Marlborough y sus aliados políticos -y entre ellos y de manera central su esposa Sarah-, así como la Paz de Utrecht que es en gran medida la consecuencia indirecta de esta caída y que supone la entrega del trono de España a Felipe V y abre las puertas a 1714 y la pérdida de las libertades de Catalunya. Son los años en los que una administración conservadora, la de Neville Chamberlain, continúa con su política de apaciguamiento a Hitler, que culminará con Munich, la derrota de la Segunda República y la caída de la Generalitat, y finalmente con el desastre de la II Guerra Mundial. La similitud de las situaciones es evidente y no resisto a su comparación.
En ambas ocasiones Inglaterra, que hasta la irrupción de los EE UU, representa el punto de referencia y de vertebración de la posición democrática y liberal, dicho esto con todas las salvedades que se quiera, adopta bajo administraciones conservadoras una política no intervencionista y de apaciguamiento frente a la potencia agresora -Luis XIV y Francia en el siglo XVIII, Hitler y el III Reich en el siglo XX. En ambas ocasiones las consecuencias son catastróficas para Catalunya y en ambas dos Churchills, salvando la distancia temporal y aun política entre ambos -Winston Churchill no deja de ser un conservador en aquel momento aunque moviéndose a contracorriente-, encarnan en cada momento las políticas de intervención en el continente y de resistencia frente al agresor.
Condenan a la Mesa Nacional de HB. El Tribunal Supremo nos ha dado en esta ocasión una satisfacción. Espero que la sentencia esté bien planteada y sobre todo no contenga errores y no se preste a la controversia, más allá de la que inevitablemente se producirá.
Hoy me ha venido a visitar el capellán de la prisión. No voy a necesitar sus cuidados espirituales, pero hemos conversado un rato y resulta que es el párroco de Sant Climent de Llobregat, el pueblo de Tomi, su marido Pep y los otros compañeros de la agrupación, y de los cerezos, estos espléndidos cerezos que cubren las laderas de los montes y barrancos de esta población, donde cada año voy con ellos a cargar cestos de espléndidas y rojas cerezas de nombres exóticos. Me haría falta una antología de Josep Carner para describir con las palabras justas las sensaciones que producen las cerezas de Sant Climent.
3-12-97 Ya estoy autorizado para tener un ordenador personal. He tenido que cumplimentar una instancia -para pedir casi todo hace falta una instancia en Can Brians: síntoma de orden-, explicando qué quiero hacer con el ordenador. Lo conecto por primera vez esta mañana y me aparece en la pantalla una dalia. Cargué la foto desde Internet hace unos días, me parece que desde la página web de un suministrador por catálogo de dalias, a quien pensaba encargarle unos cuantos bulbos y no sé aún si podré hacerlo, y la tengo como página inicial desde entonces. Es una dalia blanca, espléndida, y me hace recordar mi jardín de Castelldefels y el de la terraza del local del PSC en la calle Nicaragua con sus frutales. Afortunadamente estamos a fines de otoño y las plantas necesitan menos cuidados que en otras estaciones. Ya he dejado plantados los bulbos de primavera y espero llegar a tiempo para podar árboles y plantas. En cualquier caso espero que Francisco y Lluís Buigas se ocupen de ellas y a mi vuelta las encuentre en plena forma.
La jardinería es una afición reciente para mí -sólo hace un par de años que la practico un poco en serio- y me resulta enormemente gratificante. He pasado muy buenos momentos trabajando en ella. Aquí en Can Brians, en el módulo en el que me encuentro, no hay ni una sola flor o planta. Sólo cemento No entiendo el porqué. Seguro que hay algún tipo de jardín en la instalación, que aún no he visto, pero en cualquier caso el permitir el cultivo de jardines de tipo individual, aunque fueran simples macetas en las repisas de las ventanas, seguro que ayudaría a hacer más llevadera la vida en prisión.
En cualquier caso añoro mis árboles, mis plantas y mis flores y me he de contentar con la descripción que hace Milton del jardín del paraíso en el libro IV, en el que se encuentra este verso que siempre recuerdo
"Flowers of all hue, and without thorns the rose"
("Flores de todos colores, y sin espinas la rosa")
(Paraíso Perdido, Libro IV, verso 256)
y, con los versos de Angel González, que también me acompaña estos días, como desde hace muchos años cuando compré en París, en una colección de Ruedo Ibérico, me parece, un libro de sus poesías -Grado Elemental creo-:
"...Las ampulosas
dalias retuercen su violenta
envidia. Una begonia
extiende al sol la palma verde
de su mano..."
(Angel González, Acariciado mundo. Jardín)
"Lafontaine abre el Congreso del SPD con un mensaje de izquierdas" titula un periódico y habla del contenido claramente socialdemócrata de la intervención del líder del SPD, Oskar Lafontaine que "instó al Estado a no doblegarse ante la fuerza del mercado, a salvar a toda costa los valores de la justicia y la solidaridad en un mundo dominado por el neoliberalismo y la globalización económica. El líder del SPD deploró también que "la respuesta a la globalización económica sea el dumping social y el dumping salarial, es decir que Europa para ser competitiva deba desmontar el Estado del bienestar y recortar salarios". En fin abogó por una "nueva era socialdemócrata" que ponga fin a la revolución conservadora que desencadenaron Reagan y Thatcher.
Ayer Jospin desde el gobierno en Brest, hoy Lafontaine desde la oposición en Hannover. El mensaje es coincidente aunque los matices existen. La izquierda, de nuevo, sin renunciar a ser socialdemócrata, como algunos pretendían hasta hace muy poco, renovada pero fiel a su identidad, conservando lo esencial de su programa, se declara dispuesta a dirigir el futuro de Europa. España en esta Europa socialdemócrata -Alemania seguirá probablemente pronto el rumbo de Francia, Italia, Grecia, Portugal, Gran Bretaña...-, no deja de ser un anacronismo, un residuo postmoderno del reaganismo y del thatcherismo. Que sea por poco tiempo. De los socialistas españoles y de su acierto depende.
4-12-97 Hoy me he cortado al afeitarme. Normal. Me cuesta acostumbrarme a hacerlo con agua fría, la única disponible excepto en las duchas. Son las 9 y he acabado ya los ejercicios y las tareas de limpieza. Como cada día -me he propuesto un horario rígido que me propongo cumplir-, me siento frente al ordenador a escribir.
Hoy no hace sol. Es un día típico de final de otoño.
"... el pàl.lid cel té llunyanies mudes
la serra mostra una blavor de fred"
("... el pálido cielo tiene lejanias mudas
la sierra muestra un azul de frío")
(Joan Vinyoli, El món crepuscular. Fi de tardor.)
Ayer me visitó Joan Galceran, el alcalde de Sant Esteve de Sesrovires. Venía a visitar a unos internos de sus pueblo y aprovechó para saludarme unos momentos. Hablamos de Sant Esteve, de sus casi 5000 habitantes y sus 19 Km2 de término municipal y de la transformación que ha experimentado en estos últimos años, durante el mandato de Joan. Es una población de una gran calidad de vida, equilibrada en sus actividades, a la vez agrícola, industrial y residencial, con buenos servicios culturales y de ocio, en la que el centro de Can Brians se ha integrado con naturalidad, a pesar de las prevenciones iniciales. Industrias importantes como Masia Bach, Chupa Chups, Decathlon y hasta noventa más ocupan sus polígonos industriales y hasta la fábrica de la SEAT ocupa parte de su término municipal. Al mencionar Joan a la SEAT siento una sacudida. Siempre me he sentido muy amigo, muy compañero, muy próximo -y estoy seguro que soy correspondido- de los sindicalistas de UGT de esta empresa, tan importante para Catalunya y también para el proyecto socialista y me gustaría tenerlos junto a mí en este momento: a Manuel Gallardo y José Royo, a Manuel Salgado y Joaquín, a Enrique Montoya y a tantos y tantas... Pero de la SEAT y de sus sindicalistas me gustaría escribir con calma otro día.
Joan me aclara que probablemente el municipio que veo desde el patio del módulo es Castellví de Rosanes, no Gelida que está algo más allá. Otros dos grandes alcaldes, Manel Fernández en Castellví, independiente, y Joan Rosselló en Gelida, dos buenos amigos y con Joan Galceran representantes de estos alcaldes socialistas a los que se debe en gran medida, más allá de la retórica y la propaganda, la transformación real que ha experimentado Catalunya en estos años. Confío, y sé que en algún caso no será fácil, que se decidan a volver a presentar su candidatura en las próximas elecciones municipales y vuelvan a ganar en beneficio de sus poblaciones y de todo el país. Me dice Joan Galcerán que Manel Fernández, desde la ventana de su casa, con un telescopio puede distinguir detalles de la prisión. Quizás algún día, algo más allá del pino grande -no creo que haya otro como él- me podrá distinguir en el patio, leyendo o haciendo ejercicio.
Sindicalistas y alcaldes y concejales, además del partido y su organización, son para mí las principales columnas sobre las que se sostiene, -!y con qué fuerza!-, el proyecto socialista en Catalunya. No tengo ninguna duda de ello y mientras lo sigamos teniendo claro el socialismo democrático seguirá siendo una fuerza determinante en Catalunya.
Esta mañana he acabado de escuchar Tannhäuser, que, además de Leonard Cohen y flamenco que escucho en Radio Tele-Taxi y a veces desde los altavoces de algún otro módulo, es la música que me ha acompañado estos primeros días. Dudo entre Tristán e Isolda o Parsifal. Me inclino por este último. Me gusta Wagner, a pesar del uso que hizo el nazismo de su música. Un buen artículo de Rafael Argullol ayer en El País, vuelve a plantear con toda crudeza la relación entre arte y política. "La música es la pura excusa del poder", dice refiriéndose a esta utilización de Wagner y sus intérpretes por el nazismo, que un documento audiovisual sobre el director Wilhelm Furtwängler refleja en toda su magnitud, y que espero poder encontrar al salir de Can Brians. Pero más allá añade: "Pronto no obstante me pierdo en un estado intermedio en el que sin dejarme hipnotizar por lo estético, tampoco mantengo firmemente mi voluntad de disección moral". En este estado intermedio debo encontrarme yo cuando escucho el Tannhäuser o el Parsifal.
5-12-97 Ayer estuvo lloviendo toda la tarde. También ha llovido durante la primera parte de la noche. Es el primer día sin sol y verdaderamente de otoño desde que llegamos a Can Brians. La lluvia nunca ha sido una buena compañera para mí y aquí tampoco lo es. No me permite salir al patio y por consiguiente he de interrumpir mi rutina de ejercicios y me obliga a recluirme en mi celda, en la que hace algo más de frío que hasta ahora. El tiempo de lluvia es apropiado para la melancolía.
"Sóc ara en avinguda de novembre
on tot es fa quiet i sembla caure
com desistint. La melangia llaura
camps de records però ja res no sembra"
("Estoy ahora en avenida de noviembre
donde todo se aquieta y parece caer
como desistiendo. La melancolía labra
campos de recuerdos, pero ya nada siembra")
(Joan Vinyoli, Les hores retrobades. Tardor)
La lluvia tiene una ventaja. Me he podido pasar toda la tarde contestando correspondencia y poniéndome algo al día. Tengo tantas cartas pendientes que no sé si podré contestarlas todas antes de salir de aquí. Además de las que me traje al ingresar en el centro, me han llegado directamente aquí, al apartado de correos de Martorell donde se recibe nuestra correspondencia en Can Brians, muchas cartas y telegramas de amigos, de compañeros del partido y de la UGT y de ciudadanos a quienes no conozco y que me transmiten su aliento y su solidaridad.
Un concejal del PP de un municipio del Baix Llobregat a quien no conozco me envía una carta especialmente amable: "Con ésta, simplemente, quiero que usted tenga el conocimiento de que a muchas, muchísimas, personas como yo que militamos en el Partido Popular nos ha parecido una imagen triste, muy triste la suya entrando en Can Brians ("imagen que no se tenía que haber visto jamás") empieza diciendo. Y acaba "...en esa libertad plena que la mayoría de los ciudadanos de bien le deseamos. Y piense que la falta de libertad física suya, es diminuta comparada a la falta de libertad de conciencia que padecen los que le desean el mal." Quizás la lluvia ha influido, pero esta carta por su procedencia y por su sinceridad, que coincide es cierto con lo que me han manifestado muchos militantes y dirigentes del PP de Catalunya -y también de otros partidos- estas últimas semanas, me ha emocionado y voy a contestarla enseguida.
La lluvia me trae también recuerdos de Londres, aunque la última vez que la visité, este verano, hacía un tiempo espléndido. Londres, después de Barcelona, es la ciudad con la que más me identifico, desde que la descubrí hace ya unos 38 años en un viaje de intercambio de estudiantes, en una familia que vivía, creo, cerca de la parada de metro de Doris Hill, en la línea de Willesden Green, y que me hizo probar mi primer bocadillo de pepino. Me encuentro bien en Londres, aunque sea en viajes cortos y la visitaré al salir de Can Brians. Londres es también la ciudad de John Milton, de John Keats y de John Churchill, duque de Marlborough, tres de mis compañeros más próximos aquí en el centro penitenciario.
También el Parsifal es un excelente compañero para una tarde de lluvia. Como siempre que lo escucho el Preludio me hace interrumpir lo que hago y me dejo llevar por su música inigualable. La música, con la dirección de Von Karajan, con la Filarmónica de Berlín y unos intérpretes de excepción y la calidad de reproducción de mi ordenador personal con dos buenos altavoces, transforman mi celda en un excepcional auditorio. Paso así toda la tarde, prácticamente sin levantarme, escuchando el Parsifal y contestando cartas.
Por la mañana ha dejado de llover. Al correr en el patio mojado recuerdo los versos de Miquel Martí i Pol
"Tota la nit va ploure i al matí
la terra era d'un gris desolador
feixuga i trista com un vell cansat"
("Toda la noche llovió y por la mañana
la tierra era de un gris desolador
pesada y triste como un viejo cansado")
(Miquel Martí Pol, Llibre d'absències. Temps
immóbil.)
6-12-97 Se ha cumplido ya mi primera semana en Can Brians. Ha pasado con bastante rapidez y sin aburrimiento, y también sin excesiva melancolía aunque lo absurdo de la situación en la que estoy, de tanto en tanto, me provoca un sentimiento de rabia y de incomprensión por encontrarme aquí, sin libertad. ?Debería haber traído El Proceso de Kafka para comprender lo que me sucede?. Ciertamente tuve este libro a punto para traerlo a Can Brians y lo deseché al final. Ahora que llevo una semana aquí creo que hice bien. No es bueno para la salud, la mental sobre todo, entretenerse en encontrar razones a lo que no lo tiene. Kafka está bien en las estanterías de mi casa, esperando mi regreso, y aquí es mejor concentrarse en las tareas que yo mismo me he fijado y que ayudan a pasar los días casi sin darme cuenta. Tenía toda la razón Joan Ferran cuando me aconsejó que lo más importante en prisión era programarse rígidamente las horas. Nunca pude recibir mejor consejo. En estos momentos mi problema es que me falta tiempo y me agobia un poco pensar que no podré contestar personalmente todas las cartas que he recibido, y que cada vez son más, y a la vez escribir, recoger mis impresiones en un dietario, mejorar mi catalán y mi inglés, hacer ejercicio, leer y escuchar música, limpiar, alimentarme... y en fin hacer todo lo que pretendía hacer y que ya veo que no conseguiré.
Ya he llegado al Libro V del Paraíso Perdido. Siempre me había encallado en el III o en el IV, que aunque contienen también fragmentos magníficos, se me hacían farragosos, sobre todo por los diálogos en el cielo o en el paraíso. Una vez más vuelvo a tener la impresión que Milton consigue sus mejores versos cuando intervienen Satán y los espíritus infernales y que en cambio los espíritus del bien hacen languidecer algo la obra.
En el libro IV me encuentro con un fragmento que describe bien el cielo que contemplé ayer desde el patio del módulo, en una noche fría y clara de diciembre:
"... Hesperus that led
the starry host, rode brightest, till the moon
rising in clouded majesty, at length
apparent queen unveiled her peerless light,
and o'er' the dark her silver mantle threw"
("...Hesperus, que dirige
la hueste de estrellas, avanza el más brillante,
hasta que al fin la luna, en majestad de nubes,
se hace visible cual reina y desvela su luz inigualable
y a la oscuridad envuelve en su manto de plata")
(Paraíso Perdido, Libro IV, versos 605-609)
Ayer la luna, de cuarto menguante (?o quizás creciente?) con luz plateada y con una estrella brillante al lado (?será el Hesperus de Milton?), domina el cielo limpio y frío que hay encima de Can Brians. Demasiados interrogantes sobre el cielo y sus estrellas y sus astros, que no puedo contestar. El cielo de la noche de ayer llama a su contemplación y a su observación. Lamento no saberlo hacer. Mi padre era muy aficionado a la astronomía y en casa abundan los libros y los instrumentos para explorar el cielo. Deberé aprender a usarlos al volver. ?Me interesa tanto el cielo estos días porque en él no hay ni muros ni rejas?
Hoy ha hecho un día espléndido con mucho sol, pero frío. Veo pasar muchos aviones por encima mío. Vuelan muy alto y no se escuchan, a diferencia de Castelldefels donde muchos días las conversaciones se interrumpen de manera automática, ya sin darse cuenta, para dejar pasar al avión que aterriza o despega del Prat y cuyo ruido todo lo cubre. Pienso al ver los aviones, en la ampliación del aeropuerto del Prat, en la que al definir la futura ubicación de la tercera pista, parece preocupar más la situación exacta de unas lagunas -que por otra parte son artificiales también y de no hace muchos años por cierto- donde anidan pájaros, que en la calidad de vida de decenas de miles de personas que se ven afectadas por el ruido de los aviones, y cuyos problemas parecen tenerse muy poco en cuenta. Los pájaros y su hábitat son importantes, pero también lo son las personas, y una cierta manera de entender el respeto al medio ambiente parece ignorarlo. ?O es que el ruido de los aviones y sus efectos sobre las personas no es también agresión al medio ambiente? La ecología o de verdad integra al hombre en sus preocupaciones o puede convertirse a veces en una caricatura. Estoy seguro que Montse Tura, nuestra secretaria de política medioambiental, hará que el PSC defina una política justa en este ámbito tan importante para nuestro proyecto.
Después de cenar he estado escuchando flamenco en el patio. La música venía de un módulo vecino y sonaba magníficamente bajo el cielo en calma y el frío gélido de esta noche. Por un momento me he olvidado que estaba en Can Brians y he creído estar en el festival de cante gitano de la Mina o en la final del Yunque Flamenco en Santa Coloma o quizás en el Festival de Fandangos de la Casa de Huelva de L'Hospitalet. En este caso me hubieran acompañado sin duda José Ma. Cangas, Manuela de Madre o Celestino Corbacho, los alcaldes de estas tres poblaciones, que tienen muy claro que la relación y el contacto con sus conciudadanos es una parte esencial de su cargo.
7-12-97 Esta mañana hace de nuevo un sol espléndido, aunque la temperatura ha bajado sensiblemente. Cuando hacía ejercicio en el patio a las ocho de la mañana, debíamos estar alrededor de los cero grados. Sigo oyendo flamenco desde un altavoz próximo ?o será quizás desde una celda, con la ventana abierta, y el volumen de la radio muy alto?. En cualquier caso el flamenco es sin duda la música que más se escucha aquí. Y esto también constituye otro dato de la realidad sociológica de nuestro país.
Descubrí el flamenco, el cante jondo, y las sevillanas y los fandangos y las hermandades rocieras y las peñas y en fin todo el extenso y complejo mundo de la cultura catalana de origen andaluz o de la cultura andaluza en Catalunya -a mí me gusta mucho más la primera definición- hace unos pocos años, pero he de reconocer que desde entonces ha absorbido una parte significativa de mi tiempo y de mi interés. De la misma forma que es imposible entender la Catalunya de hoy sin la SEAT y sus trabajadores, tampoco puede entenderse si no se tiene en cuenta la riqueza asociativa y la voluntad de afirmar una personalidad cultural específica, de los catalanes que tienen sus raíces en otras tierras de España, y de manera especial en Andalucía.
Estos días me están llegando muchas manifestaciones de apoyo y amistad de casas regionales, centros culturales, hermandades rocieras, peñas, federaciones y en general de muchas personas que he conocido a lo largo de estos años participando en las actividades de sus entidades. Compruebo que la amistad y el afecto que había encontrado en ellas no era de circunstancias sino real. La solidaridad por parte de estas entidades ha sido general y la agradezco muy sinceramente. En mi ingreso en prisión me acompañaron, representándolas en cierta manera, Juan Carrasco de la Federación de Comunidades Originarias de Castilla la Mancha y Joaquín Romero, de la Colonia Egabrense de Santa Coloma simbolizando de alguna manera las entidades que se organizan en FECAC, es decir el sector más significativo de las entidades andaluzas de Catalunya.
La Junta de FECAC me visitó dos días antes de ingresar en Can Brians, con Francisco García Prieto al frente, para manifestarme su amistad y solidaridad. Esta visita tuvo una especial significación para mí, ya que FECAC, la organizadora de la Feria de Abril, de la Romería del Rocío de Montmeló y del Festival del Yunque Flamenco, entre otras muchas iniciativas, ha tenido, tiene y tendrá un papel determinante en la configuración de la Catalunya de hoy y de mañana.
Estuve este verano en Huelva, acompañando a Paco García Prieto a su pueblo, Riotinto, donde se le hacía un homenaje. Le acompañábamos un grupo de amigos, entre ellos Manuela de Madre y Antoni Comas, de CDC y Consejero de Bienestar Social de la Generalitat. Con Antoni Comas, político con el que he mantenido y seguiré manteniendo diferencias políticas serias, consecuencia de su intervencionismo partidario en la vida asociativa de Catalunya, he ido estableciendo en cambio relaciones de amistad y respeto que estos días se están poniendo de manifiesto. Antoni es otro de los políticos de Catalunya que parece comprender esta pluralidad cultural y lingüística de la Catalunya de hoy. En Riotinto conocimos los esfuerzos de los trabajadores del cobre para mantener abierta su explotación y, antes visitamos también juntos Almonte y la ermita del Rocío, pero de la Blanca Paloma y de sus Hermandades hablaré con calma otro día.
He hablado esta mañana por teléfono con mis sobrinos David y Ana, de 11 y 6 años. David me ha enviado una carta espléndida y Ana un dibujo, que tengo ahora encima de la mesa, y en el que me imagina entre rejas. Espero que entiendan bien las razones de mi estancia en el centro penitenciario. Ana me dice que pedirá a los Reyes Magos que traigan carbón a los que me han metido en la cárcel. Suscribo la petición.
El día se desarrolla tranquilamente escuchando Parsifal y contestando cartas. Leo parte del Libro V del Paraíso Perdido. Es un día de diciembre soleado como el que describía Angel González:
"Diciembre vino así
encrucijada luminosa
de lunas hondas y de estrellas altas,
de mañanas de sol, de tardes tibias
que por el aire se sucedían lentas
como globos brillantes y solemnes"
(Angel González, Sin Esperanza, Diciembre)
8-12-97 Esta mañana he desayunado galletas María integrales, cereales integrales con leche desnatada, yogurt y una naranja. Pretendo seguir mi régimen y por tanto el desayuno me lo he de organizar prácticamente por entero, ya que si no los bocadillos de mortadela o las pastas que nos sirven, acabarán pronto con mi disciplina dietética. Las galletas y el müesli los encargué al economato del centro y me llegaron con bastante rapidez. Los precios en el economato son muy razonables: una caja de galletas, 267 pts; un bloc de cartas, 200 pts; sobres, 5 pts; 8 porciones de queso fundido, 123 pts; 100 grs de jamón salado, 285 pts; una lata de KAS limón, 65 pts; una lata de PEPSI, 65 pts; un yogurt de frutas, 56 pts; un café, 36 pts.
Después de desayunar me tomo un café en la máquina. Como casi siempre me dejo la tarjeta en el lector y me han de avisar. Al tomar café después del desayuno siempre echo a faltar el café de cada mañana, que tomaba acompañado de una pastilla de chocolate negro en el café Mozart de la calle Muntaner. El café era excelente, lo mismo que el chocolate y contrasta claramente con el que tengo que tomarme aquí. Otra pequeña comodidad a la que debo renunciar.
Ayer me visitaron mi hermano Carlos y su mujer Karin que viven en Madrid, lo mismo que mis sobrinos. Karin nació cerca de Stuttgart, en Suabia, en el estado de Baden-Würtemberg, y es profesora en el Colegio Alemán de Madrid, que fue mi escuela durante el bachillerato, pero en Barcelona, en una torre de la Avenida del Tibidabo. Llegué a conocer muy bien el alemán que ahora tengo olvidado y una de las cosas que quiero hacer en Can Brians, si tengo tiempo, es recuperarlo. Me traje las obras completas de Goethe y ahora al abrir el tomo I me encuentro una dedicatoria en la primera página del Schulleiter, del director, Herr Grasreiner, fechada el 27.6.61: "Für besondere gute Leistungen überreicht von der Deutschen Schule Colegio Alemán San Alberto Magno". En mis circunstancias actuales dejemos de lado la falsa modestia: "Regalado por el Colegio Alemán por calificaciones especialmente buenas". Le preguntaré al President Pujol, que también estudió en el Colegio Alemán de Barcelona, si él también tiene las obras completas de Goethe. Estuve a gusto en este Colegio y guardo un buen recuerdo de él. Y mejor aún de los 15 años de aquel año 1961 cuando acabé el bachillerato y empecé el Preu en el Instituto Menéndez y Pelayo de la calle Vía Augusta.
Me llegaron ayer, a través del departamento de paquetería -única posibilidad de recibir objetos del exterior que no sean cartas-, algunos artículos que no había llegado a leer, al recibirse aquí la prensa de una forma un tanto irregular. Me fijo en dos: uno del abogado Pablo Salvador Coderch, en La Vanguardia, que con el título Legalidad y Democracia es muy crítico con la sentencia y al que se adhiere al día siguiente con una carta en el mismo diario el notario López Burniol, y otro artículo de Antoni Puigverd publicado en El País del 4 de diciembre, que con el título Hojas de Otoño me trata, personalmente, con especial amabilidad y deferencia.
Conociendo el talante habitualmente crítico y exigente de Antoni Puigverd me sorprende agradablemente el tono de su artículo. Se me ocurre, sin embargo, una observación al contenido del mismo. Puede parecer que me asigna un futuro, al que me dirijo con gran dignidad y estilo ciertamente, semejante al de las hojas de otoño. Y si esto es así he de decirle que en ningún caso estoy de acuerdo con este símil. A las hojas de otoño se las lleva el viento y su futuro está al albur de las circunstancias. Si he de utilizar un símil botánico, aunque poéticamente sea más imperfecto que el que utiliza Antoni Puigverd, yo prefiero verme en Can Brians, en mi situación actual, como el tubérculo de una dalia, al que la llegada del invierno obliga a refugiarse bajo tierra habiendo perdido las hojas y las flores y dejando solamente un trozo del tallo en la superficie para hacer notar su presencia, pero con las reservas nutricias cargadas, preparando la renovada floración del año siguiente que siempre es más impetuosa y enérgica que la del anterior y contemplando un futuro, que tiene poco que ver con el que puede suponerse a las hojas de otoño, sino en todo caso al que Angel González define en sus versos:
"Pero el futuro es otra cosa pienso:
tiempo de verbo en marcha, acción, combate,
movimiento buscado hacia la vida,
quilla de barco que golpea el agua
y se esfuerza en abrir entre las olas
la brecha exacta que el timón ordena.
En esa línea estoy ..."
(Angel González, Sin esperanza. El futuro)
9-12-97 Ha acabado el puente de la Purísima. Si no hubiera estado en Can Brians, uno de los tres días habría visitado sin duda la Fira de Sant Boi, como cada año en los últimos diez, acompañado en esta ocasión por la nueva alcaldesa, Montse Gibert que estoy seguro me acompañará como mínimo en los próximos diez. Me gustan estas ferias que sirven para constatar la enorme vitalidad de nuestras ciudades y pueblos y de manera especial la Fira de la Puríssima que me sirve además para renovar mis árboles y mis plantas. Antes de acabar el recorrido me separo cada año de la comitiva oficial y me dirijo a la zona donde venden sus productos los propietarios de viveros. Allí saludo a mis amigos de Lleida, del Segrià y de la Noguera sobre todo, así como de Caldes de Montbui. Ya me conocen de hace años y me aconsejan la compra, después de hablar de Ramón Vilalta, nuestro primer secretario en Lleida, y de Miquel Aguilá, el alcalde de Balaguer. Este año hubiera comprado seguramente melocotoneros, perales e higueras y algún otro árbol frutal que en la conversación, siempre interesante de los viveristas, alguno me hubiera hecho comprar. Más adelante hubiera comprado camelias, que estoy intentando aclimatar en Castelldefels y quizás también gardenias y rosales.
Este año no podré comprar árboles y plantas en Diciembre en la Purísima. La falta de libertad me lo impide. Deberé esperar, si puedo, a Febrero a la Fira de la Candelaria de Molins de Rei, que junto a la de Sant Boi son las dos grandes ferias agrícolas de invierno del entorno de Barcelona, además de ser magníficas exposiciones de la dinámica industrial, comercial y asociativa y cultural de estas poblaciones. En la Fira de la Candelaria visitaré el stand de la ciudad de Lorca, que como año estará en la Plaza del Ayuntamiento y allí entre cerámicas, pasteles y dulces y fotografías de la ciudad y su Semana Santa, la diputada Carmen Figueras, que me ha escrito una carta que me lo ha recordado, y yo, notaremos a faltar la presencia de Pedro Vicente, presidente de la Agrupación Lorquina y gran amigo, que este año ya no estará entre nosotros. Espero que en esta ocasión sí me acompañe mi abogado, José Ma. Cánovas, que es hijo de Lorca.
Leo en la prensa del domingo que en la final del campeonato de tenis de Catalunya, Oscar Serrano, del RCT Barcelona, ha ganado en tres sets a Salva Navarro, del mismo club. Los dos son muy jóvenes, no creo que lleguen a los veinte años, y los conocí hace tres o cuatro años cuando entrenaban en su club de entonces, el C.T. Granvía de Bellvitge que era y es el mío, y en el que la Escuela de Tenis de la Federación Catalana que preside Josep Ferrer Peris, desde hace años con un gran acierto, ha desarrollado un tarea magnífica de promoción del tenis entre los chicos y chicas de L'Hospitalet y su área de influencia. Oscar Serrano y Salva Navarro y también Angeles Montoliu y muchos otros buenos y buenas tenistas, son el resultado. También en Bellvitge existe otro club que conozco bien, el Unificación Bellvitge, que desarrolla un trabajo ejemplar en la promoción del fútbol base. Algún día debería hacerse un reconocimiento muy serio y muy solemne de la importancia que han tenido y tienen para la vertebración social de nuestro país y para la integración efectiva de los jóvenes en la sociedad, esta admirable red de entidades deportivas de base que gracias al esfuerzo personal y económico de sus socios y directivos, agrupan y movilizan a miles y miles de deportistas desde sus primeros años, constituyendo sin duda la primera realidad asociativa del país. Josep Baliu y Antonio Carmona, concejales de deportes de L'Hospitalet y Santa Coloma, y muchos otros, nos lo podrían contar mejor que nadie.
Desde ayer por la tarde me acompañan la música de Puccini, de Tosca concretamente, y las voces de Mirella Freni y Plácido Domingo. Acabé el Parsifal y decidí que antes de abordar Tristán e Isolda, derivaría por un tiempo hacia Puccini. "Su música es", en palabras de Peter Conrad que encuentro en el libro que acompaña el compact de Deutsche Gramophon, "violenta, e implacable en la explotación de nuestros sentimientos; sus dramas empujan a los protagonistas a extremos de desesperación... La exposición a su música y a sus dramas nos deja sacudidos, culpables, a punto para negar que nos haya conmovido..." Tosca nos habla de Amor y de Arte, de Romanticismo y de Clasicismo, pero también de revuelta, de heroísmo, de cárcel, de asesinato, de ejecución, de violencia en fin. Escucho Tosca mientras leo el Libro VI del Paraíso Perdido, donde se describe la batalla, en el cielo, entre los ejércitos de Satán y de Dios, en versos llenos de tensión, de conflicto y también de violencia:
"... Now stormy fury rose
and clamor such as heard in heav'n till now
was never; arms on arms clashing brayed
horrible discord, and the madding wheels
of brazen chariots raged; dire was the noise
of conflict; ..."
("... De repente una furia tempestuosa se levantó
y jamás un clamor como aquél se había escuchado
antes
en el cielo; las armas chocaban contra las armas en
horrible estridencia; y las ruedas enloquecidas
de los carros de bronce rugían; el fragor del combate
era aterrador...")
(John Milton, Paraíso Perdido, Libro VI, versos 207-212)
10-12-97 Esta mañana al despertar he escuchado por radio la noticia de que el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite mi recurso de amparo y va a plantearse en los próximos días la posible suspensión de la sentencia y, por consiguiente, la posible recuperación de mi libertad. Buenas noticias, al fin, de una larga historia judicial que no ha abundado en ellas.
Comienzo esta mañana Tristán e Isolda. El "intermezzo pucciniano" ha sido breve, -aunque volveré a La Bohème y a Madame Butterfly, si puedo, los próximos días- y retorno a Wagner. Es posible que mi estado de ánimo me exija la música y el texto wagneriano. Acabado el Preludio, llega sorpresivamente la voz del marinero, a bordo del barco que lleva a Isolda desde Irlanda a Inglaterra, a Cornualles:
"Westwärts
schweift der Blick:
ostwärts
streicht das Schiff.
Frisch weht der Wind
der Heimat zu..."
("Hacia el oeste
vaga la mirada:
hacia el este
navega el barco.
El viento sopla fresco
hacia el hogar...")
(Tristán e Isolda, Acto 1)
Ojalá que pronto el viento, el viento de la libertad, sople fresco y nos lleve hacia el este, hacia Barcelona, hacia el hogar, "zur heimat", mientras nuestra mirada se dirige, despidiéndose sin nostalgia, hacia el oeste, hacia Can Brians, hacia la falta de libertad. !Que la canción del marinero sea una premonición y que se cumpla el pronóstico de la dama de compañía de Isolda!:
"... sanft und schnell
segelt das Schiff:
auf ruhiger See vor Abend
erreichen wir sicher das Land"
("... suave y rápido
navega el barco:
con el mar en calma, antes de la noche
llegaremos seguros a tierra")
(Tristán e Isolda, Acto 1)
Me escriben los miembros de la sección sindical de UGT de una empresa de la Zona Franca y además de darme ánimos y expresarme su solidaridad, me comentan los problemas que para la supervivencia de su empresa, dedicada a la fabricación de componentes electrónicos, plantea la competencia de los países emergentes de Asia. ?Podremos competir con sus bajos salarios, sus nulos derechos sindicales y su mínima protección social?, me preguntan. Recuerdo conversaciones sobre este tema con algunos de los dirigentes sindicales más lúcidos de este país como Josep Ma. Alvarez o José Luis Morlanes, Antonio Picón o Frederic Monells o diputados de procedencia sindical como Josep Ma. Rañé o Isabel López, en los que esta preocupación ha estado a menudo presente. Con Mercedes Aroz también hemos hablado del tema, aunque ella no lo ve exactamente como yo. ?No estaremos equivocando la respuesta a este dumping social? ?No nos estarán exportando estos países, de manera real, más allá del velo monetario, sus bajos salarios y sus casi nulas condiciones sociales? Sin mecanismos de protección arancelaria y con costes de transporte cada vez más bajos, y que por tanto cada vez protegen menos, ?resulta suficiente la apelación a la calidad del producto o a su especialización para hacer frente a este problema en la era de la globalización, de la automatización y de la transferencia tecnológica casi ilimitada? La crisis del estado del bienestar que se produce, paradójicamente, coincidiendo con una etapa histórica de crecimiento y de creación de riqueza, que debería ser capaz de garantizar su financiación ?no es en el fondo una forma de ajustar a la baja los costes sociales de las economías de los países industrializados?
Y si todo esto es así, o en parte es así, quizás ha llegado el momento de abandonar el librecambismo radical y empezar a pensar en establecer un arancel social que grave la importación de productos de aquellos países en los que no se llegue a unos mínimos de libertades sindicales efectivas o de protección social real, y que destine, además, los fondos que genere a nivelar con Europa, pero por arriba, las estructuras salariales, sindicales o sociales de estos países. Como me decía gráficamente hace unas semanas un dirigente sindical: "No hay mejor método para proteger nuestra competitividad y al mismo tiempo nuestras conquistas sociales que financiar el sindicalismo de clase en estos países". Suscribo totalmente esta reflexión.
11-12-97 Desayuno y como cada mañana al acabar, saco de la máquina suministradora un café y al bebérmelo añoro los cafés del café Mozart y sus chocolatinas, que me tomaba cada mañana. Me dejo la tarjeta en la máquina y me han de advertir de mi descuido, como muchas otras veces durante el día. No sé el porqué, pero el aspecto de la rutina de Can Brians al que más me cuesta acostumbrarme es a retirar la tarjeta de las máquinas suministradoras, y esto para mí que soy usuario habitual de cajeros automáticos, resulta sorprendente. En Can Brians no se paga en metálico: existen unas tarjetas monedero, que se cargan con una cantidad inicial que va reduciéndose a medida que se consumen productos en las máquinas expendedoras de tabaco y de bebidas calientes y frías. El consumo en el economato y en encargos externos se carga directamente a una cuenta que se mantiene en el peculio, que es una especie de caja interna. Como puede verse todo muy moderno y en la línea de la civilización sin dinero metálico a la que nos estamos dirigiendo, y cuya viabilidad en este universo cerrado en sí mismo resulta perfectamente posible. Lo único que se escapa, por lo menos en nuestro módulo, a este circuito económico sin metálico, son las llamadas telefónicas. Necesitas monedas de 100 y una preocupación permanente es tener las suficientes para la llamada diaria, sólo una y no todos los días. No ha sido fácil para mí, que en una jornada habitual debía atender más de treinta llamadas diarias, acostumbrarme a hacer sólo una y a no recibir ninguna pero me parece que lo he conseguido.
Me escribe Maciá Fuster, conseller del distrito de Nou Barris, y la persona que me convenció para que me hiciera socio del Ideal Clavé, una entidad de canto coral y sardanista, que me ha recibido con los brazos abiertos y en la que tengo, creo, buenos amigos. Tiene el local encima del bar Los Propietarios, en la parte de arriba de la Vía Julia, donde se comen una de las mejores patatas de la ciudad, a las que me invita a menudo Manolo Pérez, nuestro primer secretario en este distrito, así como a otras exquisiteces, que al recordarlas, después de la austera comida de hoy, no pueden por menos que provocarme intensas nostalgias gastronómicas. Esta entidad, el Ideal Clavé, organiza cada año l'Aplec sardanista Roquetes, uno de los más importantes de Catalunya, que se celebra en el Parc de la Guineueta, en el corazón de la Barcelona obrera y popular, con una asistencia muy importante de sardanistas de toda Catalunya. Entre ellos este año, y por primera vez como alcalde, Joan Clos, acompañado por Antoni Santiburcio, concejal de Nou Barris y uno de los grandes concejales de esta ciudad, buen amigo mío desde hace casi 20 años, cuando él era un sindicalista del metal y yo un recién afiliado al PSC.
Joan Clos pasa la prueba exigente de los sardanistas del Aplec: "Balla millor que en Maragall", fue el comentario general. Es verdad, Joan Clos baila bien las sardanas, probablemente mejor que Pasqual Maragall, y seguro que mejor que yo y que María José, mi profesora de sevillanas que también ha aprendido a bailar las sardanas en el Ideal de Clavé los jueves por la noche, y que Manolo Pérez y Antonio Santiburcio, que este año no han bailado pero seguro lo harán el año que viene. Joan Clos ha demostrado en esta mañana de tiempo inestable en el Parc de la Guineueta, bajo la mirada atenta de Xavier Trías, Conseller de la Presidencia de la Generalitat y uno de sus posibles rivales en las próximas elecciones municipales, que no sólo es un gran gestor, sino que tiene una gran capacidad de trato y relación con los ciudadanos, además de bailar bien las sardanas.
Las entidades catalanas de cultura popular, de cultura popular catalana de origen, precisaría yo, de la que el Ideal de Clavé es un buen ejemplo, constituyen otra de estas magníficas realidades que hacen de Catalunya un país ejemplar, aunque en general reciben de las instituciones del país una ayuda claramente insuficiente, a pesar de la retórica y las palabras laudatorias. De entre ellas los Coros de Clavé, por su origen popular y progresista -el próximo año se celebra el centenario de la muerte de su fundador que espero merezca de nuestras instituciones la conmemoración adecuada-, me han merecido siempre una especial simpatía.
Sigo escuchando el acto I de Tristán e Isolda. Bajo la dirección de Leonard Bernstein, la celda se llena con la música de Wagner, música a la que el poema de Angel González parece hacer referencia:
"Esa música...
Insiste, hace daño
en el alma.
Viene tal vez de un tiempo
remoto, de una época imposible
perdida para siempre"
(Angel González, Canción para cantar una canción)
12-12-97 Escucho al despertarme que el fiscal del Tribunal Constitucional se muestra a favor de la suspensión de le sentencia y por tanto de mi puesta en libertad. De nuevo una buena noticia, mitigada por el hecho de que parece oponerse a la suspensión de la sentencia de Carles Navarro. Veremos que sucede en los próximos días pero parece que antes de Navidad podré estar de nuevo de libertad.
Las emisoras de radio empiecen a dar noticias relacionadas con la inauguración del Eix Transversal. Será quizá la quinta o sexta vez que el Eix Transversal se inaugura, porque se ha hecho cada vez que se abría uno de sus tramos, y siempre ha habido la misma fanfarria propagandística. Es una lástima que esta carretera se haya visto contaminada por los excesos publicitarios del gobierno de CiU porque realmente es muy importante para la vertebración del país, aunque cada vez hay más dudas sobre si ya nace insuficiente. Seguro que Josep Borrell lo hubiera construido con mayor perspectiva de futuro. Escucho a los alcaldes de Lleida y de Girona, hoy casi media hora más próximos que ayer por carretera, y que hoy no han asistido a la inauguración oficial, para poner en evidencia este afán de notoriedad de Jordi Pujol que le hace inaugurar la misma obra seis veces en cuatro años: Antoni Siurana habla de los efectos de esta carretera sobre la economía de Lleida, Joaquim Nadal, en cambio, habla de sus efectos sobre la comunicación entre ciudades y por tanto entre sus ciudadanos. El énfasis define bien a los alcaldes. Mucho más que farragosas discusiones en los papeles, el Eix Transversal redefinirá el espacio de la Catalunya Central, y por tanto el papel de Manresa en Catalunya, que tanto preocupa a Jordi Valls, su alcalde, pero también a Joan Roma, desde el Berguedà. Y también el papel de Vic, y el de muchas otras ciudades. Y yo no me atrevo a opinar sobre si facilitará el debate sobre la regionalización de Catalunya, o lo complicará ya definitivamente para bien de todos.
A mí me interesa poner en evidencia el papel de esta carretera como descubridora de paisajes, de magníficos paisajes puestos a disposición, con comodidad, de todo el mundo. En más de una ocasión para desplazarme de Barcelona a Santa Coloma de Farners he optado por coger el camino, algo más largo, que pasa por Vic para poder coger el tramo del Eix que va desde esta ciudad hasta la salida de Santa Coloma y que permite contemplar, desde una carretera integrada en el entorno, y esto hemos de agradecérselo a sus proyectistas, paisajes espléndidos, sobre todo en el tramo de las Guillerías. Estoy seguro que Joan Vinyoli no pondría demasiados reparos a esta carretera y quizás hasta le podría inspirar algún poema como éste en el que habla de caminos muy diferentes al Eix:
"Els viaranys perduts com el respir
dels animals entre les mates.
I en la flonjor vasta i cansada
de les clotades, els camins
aturats com rieres de terra
De sobte fosos en el verd
frondós i gran. Reapareixen,
però, tot d'una més enllà.
.........................
A ple matí guien els passos
entre les formes immutables
de les alzines i dels pins..."
("Las sendas perdidas como el respirar
de los animales entre las matas.
Y en la blandura vasta y cansada
de las hoyas, los caminos
parados como rieras de tierra.
De repente fundidos en el verde
frondoso y grande. Reaparecen,
pero, de repente más allá.
.........................
Por la mañana guían los pasos
entre las formas inmutables
de las encinas y los pinos...")
(Joan Vinyoli, Primer desenllaç. D'una Terra)
Siguen llegando muchas cartas. Gentes de todas partes, sobre todo de Catalunya, pero también, y de forma creciente del resto de España, muchos conocidos pero muchos de quien leo por primera vez su nombre y parece que me conozcan desde siempre. Empiezo a estar desbordado y empiezo a pasar muchas más horas escribiendo que antes. La lectura -sigo aún sin empezar el libro VII del Paraíso Perdido- y el perfeccionamiento del catalán -aunque hoy me ha llegado por correo un magnífico curso, por lo que he podido ojear, de la Universitat Oberta de Catalunya- o el ajedrez deben esperar. A lo único que no renuncio es al ejercicio y a la música. Tristán e Isolda me siguen acompañando en estas mañanas y tardes de escritura intensa. Tardes cada vez más frías sobre todo después de la puesta del sol.
"... El día es pon en llangorós calfred"
("El día se pone en un escalofrío lánguido")
(Joan Vinyoli, El món crepuscular. Fi de tardor)
13-12-97 Ya es sábado. Comienza mi tercera semana en Can Brians, que posiblemente será la última. El tiempo ha pasado rápido, pero ?quién me devolverá estos días sin libertad? Si el Tribunal Constitucional suspende la ejecución de la sentencia ?por qué no hizo lo mismo el Tribunal Supremo? ?Será verdad que era para preparar el encarcelamiento rápido de los dirigentes de HB? Demasiadas preguntas y es mejor no preguntar tanto y seguir mirando hacia delante, hacia mañana, hacia el futuro:
"Mañana he decidido ir adelante
y avanzaré,
mañana me dispongo a estar contento,
mañana te amaré, mañana
y tarde,
mañana no será lo que Dios quiera.
Mañana gris, o luminosa, o fría,
que unas manos modelan en el viento,
que unos puños dibujan en el aire"
(Angel González, Sin esperanza, con convencimiento. El Futuro)
He recibido una carta de Montserrat Galí, Subdirectora General de Artesanía (creo que éste es su cargo) en la Consellería de Industria de la Generalitat. Es una de las muchas muestras de solidaridad procedentes del espacio político de la coalición que gobierna en Catalunya que he recibido durante estos días. La visita que me hizo Miquel Roca en Can Brians el pasado martes, es quizás, el episodio más significativo de esta actitud, que demuestra que la política en Catalunya se mueve en coordenadas muy distintas a las de Madrid. Montserrat Galí me recuerda en su carta las veces que hemos coincidido los últimos años en la Fira del Cantir de Argentona, exposición de cerámica y de trabajos en barro, que una vez al año reúne en esta población del Maresme a todos aquellos que en toda España y también en otros países de Europa, tienen en estos productos su medio de vida. Can Brians sería un pésimo cliente para estos artesanos de la cerámica o del barro, ya que ninguno de los elementos que utilizamos para comer o beber está hecho con estos materiales, y tampoco con vidrio. El plástico reina en solitario en los comedores de Can Brians, acompañado sólo por unas bandejas de pesado metal. Las razones de seguridad son evidentes, y por consiguiente no hay nada que objetar a esta situación, pero en cualquier caso la comida sabe distinta, y la bebida también, servida en plástico que en cerámica, vidrio o loza. Una restricción más que la vida en prisión comporta y que la carta de Montserrat Galí, que me recuerda además que tenemos una comida pendiente, pone en evidencia.
La visita a la Fira del Cantir de Argentona, durante la primera semana de Agosto, forma parte de mis costumbres fijas anuales desde hace unos ocho años, y se desarrolla siempre con el mismo programa: la bendición del cántaro del año, siempre de un pueblo distinto y de forma, características y colores nunca parecidos; su distribución entre los centenares, o quizás miles, de asistentes; la visita a los expositores repartidos por todas las calles y plazas de Argentona; el vermut en el bar de la plaza y finalmente, en la casa del diputado Josep Clofent, que es el anfitrión de la fiesta, una magnífica comida de fiesta mayor que nos prepara, María, su mujer,y a la que asisten también desde hace años, Joan Rangel y Esteve Terrades y sus familias. Siempre he sido partidario de estas costumbres repetidas año tras año y por lo que parece -he recibido estos días muchas cartas procedentes de Argentona que me recuerdan mi presencia allí durante la Fira- esta constancia deja su huella.
A media tarde y con el Tristán e Isolda ya en su II Acto, retomo el Paraíso Perdido. Quiero acabarlo antes de salir de Can Brians y parece que quedan pocos días. Al empezar el Libro VII, y antes, por lo tanto, de la espléndida descripción de la creación del mundo, me encuentro con estos versos escritos por Milton el año 1660, ciego y en plena reacción absolutista que le afecta directamente:
"Standing on earth, not rapt above the pole,
more safe I sing with mortal voice, unchanged
to hoarse or mute, though fall'n on evil days,
on evil days though fall'n, and evil tongues;
in darkness, and with dangers compassed round
and solitude; ..."
("Con los pies en la tierra, no enajenado en el cielo,
canto más seguro con mi voz mortal, que no ha
enronquecido ni enmudecido, aunque tuve malos días,
aunque me afectaron malos días, y malas lenguas;
en tinieblas, y cercado de peligros,
y soledad; ...")
(John Milton, Paraíso Perdido. Libro VII, versos 23-28)
14-12-97 El Barça gana al Espanyol por 3 a 1. Un buen partido me pareció ?o quizás verlo desde la prisión me hace ser más condescendiente? Yo soy socio del Barça desde hace muchos años, desde la primera época de Johan Cruyff como jugador, y me alegro por la victoria de mi equipo. La primera parte la veo en compañía en el comedor del módulo, pero la segunda la tengo que ver solo en la celda: cada día nos encierran en la celda desde las 9 y media de la noche hasta las ocho de la mañana del día siguiente. Escucho por la radio al anterior presidente del Espanyol felicitándose por el éxito que está representando para este club el traslado al Estadio Olímpico de Montjuïc, y me alegro que las cosas le vayan bien al Espanyol. ?Qué pensaría mi tío Nemesio Ponsati de este uso que se está dando a su querido Estadio?
El tío Nemesi, tío de mi padre, farmacéutico en la Plaça Nova, directivo toda su vida del Club Natación Barcelona y gran impulsor del atletismo, ha sido una de estas personas que con un trabajo tenaz y a veces oscuro han dado carácter y personalidad a nuestra ciudad. Como pude comprobar en el reciente homenaje que la Generalitat le organizó, su memoria sigue aún muy viva entre mucha gente, y espero que pronto pueda colocarse la placa que inmortaliza su nombre en una plaza próxima al Estadio, este Estadi que fue en cierta medida su segunda casa. Aún recuerdo, recién elegido Narcís Serra alcalde de Barcelona, las esperanzas que depositó en la nueva administración municipal y como, por su cuenta, y a su cargo, encargó un proyecto de remodelación del estadio, que estaba entonces en un estado deplorable, y la pasión con el que lo enseñaba, ya enfermo, a quienes le visitábamos en su ático de la Plaça Nova. Seguro que estaría orgulloso del actual Estadio Olímpico, y de sus usos polivalentes. Cuando doy vueltas -80 metros cada una de ellas- corriendo en el patio del módulo, aún lo recuerdo, siempre con traje y corbata, allí en Montjuïc enseñando, corrigiendo, alentando.
A las 12 del mediodía, simbólicamente, me sumo a la manifestación que recorre las calles de Barcelona convocada por las centrales sindicales, a la que se han adherido los partidos políticos de izquierda, los municipios más importantes y hasta cien organizaciones más, para exigir al Govern de la Generalitat que abandone su pasividad en lo que hace referencia a políticas de empleo y concierte con los agentes sociales un Pla per l'Ocupació, con contenido real y recursos suficientes. Cincuenta mil asistentes según los organizadores, veinticinco mil según la Guardia Urbana; en cualquier caso mucha gente, lo que demuestra el descontento cada vez más extendido ante la inoperancia y falta de iniciativa del actual Govern de la Generalitat. Pepe Alvarez, Secretario General de la UGT, con el que estuve hablando el otro día de este y muchos otros temas puede estar satisfecho: el toque de atención ha sido serio. Me parece una buena coincidencia la de esta manifestación con un artículo que me publica El Periódico, en el que con el título "Catalunya necesita un revulsivo", pido a Pasqual Maragall, y también a Quim Nadal, un mayor protagonismo para impulsar un cambio profundo en el discurso y los protagonistas de la política catalana. La presentación por Narcís Serra de un plan de empleo que defiende políticas activas en la creación de puestos de trabajo por parte de las administraciones públicas catalanas, en concierto con los agentes sociales, con el objetivo de ayudar a crear 160.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años, me parece una iniciativa especialmente significativa en la configuración de esta alternativa al gobierno conservador de Jordi Pujol. Los municipios, las diputaciones y los consells comarcales de gobierno socialista, con Manuel Mas, Manuel Royes y José Montilla en primera línea están dispuestos para este esfuerzo solidario. Sólo el gobierno de la Generalitat permanece impasible.
Escucho un compact de Camarón que me regaló el sábado Anabel, mi abogada. He dejado, transitoriamente, Tristán e Isolda antes de empezar el 3er acto y he estado escuchando todo el día las bulerías, los martinetes, las alegrías, los fandangos, los tarantos,... y, en definitiva, todos los cantes que con la voz rasgada de Camarón, me traen a la memoria los versos de Angel González:
"Esa música...
Insiste, hace daño
en el alma.
................
...Tiene materia,
aroma, es como polvo de algo
indefinible, de un recuerdo
que nunca se ha vivido,
de una vaga esperanza irrealizable"
(Angel González, Canción para cantar una canción)
15-12-97 Los periódicos de hoy siguen destacando la importante movilización de ayer para reclamar a la Generalitat un plan de empleo, que signifique un compromiso real del gobierno de la Generalitat por las políticas activas de ocupación. Las críticas al tecnocratismo de las propuestas que surgen del gobierno de CiU son generales. Otro dato positivo del día de ayer es la capacidad de movilización de las centrales sindicales mayoritarias, traducida en el amplísimo abanico de entidades de todo tipo, y también de ayuntamientos, que han suscrito la convocatoria. Siempre he estado convencido que para la viabilidad de una alternativa progresista resulta imprescindible la existencia de un sindicalismo fuerte y en Catalunya creo que esta situación ya se ha logrado pues tanto UGT como CCOO, representan opciones sindicales consolidadas y fuertes, con capacidad de movilización y negociación. Pienso en todo esto mientras contesto la abundante correspondencia que he recibido procedente de los cuadros y afiliados de la UGT. Cándido Méndez, Lito, Fernandez Villa, Manuel Garnacho, Josep Alvarez, Antonio Picón, José Luis Morlanes, Frederic Monells, Diego Martínez, Isabel Ruiz, y muchos responsables más de uniones, federaciones, sindicatos comarcales y secciones sindicales me han escrito, llamado o enviado telegramas manifestándome su apoyo y amistad. Me afilié a la UGT, a la federación del Metal hace ya casi 20 años y durante bastante tiempo formé parte del Comité de Empresa de IBM, la empresa donde trabajé y volveré a trabajar. Siempre recordaré que el 23-F me sorprendió en un vuelo Madrid - Barcelona, regresando de una negociación de convenio. Me siento muy socialista y muy ugetista aquí en Can Brians contestando todas estas cartas y sintiendo la solidaridad de mis compañeros.
Retomo, por unas horas, la biografía de Marlborough. Muy pronto me encuentro con su mujer, Sarah, que es uno de los grandes protagonistas de esta biografía y de la historia de Inglaterra. Sarah Churchill, prácticamente hoy desconocida fuera de su país, es una personalidad política relevante y de gran interés, que es definida por Winston Churchill en esta biografía de su marido como "una política fanática, una agria polemista, una agresiva asesora primero y censora después de la Reina Ana, y en fin tiranizadora de la Corte y de la sociedad de su época". Comentarios no demasiado amables, pero que dibujan una personalidad en ningún caso indiferente, de un biógrafo que, conservador al cabo, no olvida que Sarah Churchill fue siempre una decidida impulsora de la causa liberal a la que sirvió siempre con decisión y tenacidad. Las cartas, abundantes en esta biografía, que se cruzan entre Sarah y su marido y entre Sarah y la reina Ana, además de su interés intrínseco -abordan la práctica totalidad de los acontecimientos políticos y militares de esta época- sirven para confirmar la capacidad política y altura intelectual de esta mujer, claramente progresista, que yo sugeriría a Francesca Martín, responsable de políticas de igualdad en el PSC, fuera incorporada a la galería de grandes mujeres que han tenido un papel relevante en la política por sus méritos y por su capacidad.
En una de las salas de la National Portrait Gallery, situada junto a la National Gallery, a un lado de la plaza Trafalgar, en Londres, pueden contemplarse dos retratos de John y de Sarah Churchill, de los que es fácil deducir la fuerza y la personalidad de este matrimonio, que influyó tan decisivamente en la historia de su país y de Europa. Londres es una ciudad en la que hay magnificas galerías y colecciones de pintura: la National Gallery, la Tate Gallery, la National Portrait Gallery, la Courtauld Institute Gallery y muchas más, todas ellas especialmente recomendables, sobre todo las dos primeras, y que demuestran los espléndidos resultados de una adecuada combinación de iniciativa pública y de mecenazgo privado. En una estancia corta resulta imposible visitarlas todas, pero yo desde hace años, desde que me la descubrieron unos amigos ingleses, no dejo de visitar la colección Wallace, ubicada en Hertford House, en la parte norte de Manchester Square. La primera vez que la visité me impactó extraordinariamente, y el efecto sigue siendo el mismo cada vez que vuelvo, una enorme sala cuyas paredes están cubiertas de cuadros de los más importantes pintores de los siglos XVI, XVII y XVIII: Murillo, Tiziano, Van Dyck, Rubens, Velázquez, Rembrandt, Frans Hals, Gainsborough, Reynolds entre otros. Esta sala de la Wallace Collection representa, en mi opinión, una síntesis admirable de la mejor pintura europea de estos siglos, aunque echo a faltar un cuadro de Vermeer, el pintor que prefiero, y la reproducción de dos de cuyas obras me acompañan desde la mesa de mi celda, junto a los dibujos que me han mandado mi sobrina Ana; los hijos de Manuel Bustos y de Carmen, Alejandro y Carlos; Núria, la hija de Xavier Corominas, alcalde de Salt; la hija de Montse Granell, Laia, y Aina, la hija de mi prima Ana y de Lluís Claret, al que espero escuchar el próximo domingo en su concierto en el Teatro Nacional, así como las fotografías de los hijos de Joan Ruiz y de la hija de David Pérez, Paula, que me mira con sus ojos grandes.
La noche es fría y el cielo esta encapotado, con nubes que anuncian lluvia o quizás nieve si hemos de hacer caso a los meteorólogos. No me puedo imaginar que efecto puede tener sobre la prisión la nieve:
"Quietament impera el fred
per tot el cel i per la terra.
I concilia el cor de l'home
amb la secreta esperança"
("Quedamente impera el frío
por todo el cielo y la tierra.
Y concilia el corazón del hombre
con la secreta esperanza")
(Joan Vinyoli, Hivern al camp. Les imatges del vespre)
16-12-97 Hoy me han llegado por correo ciento cincuenta cartas, ochenta por la mañana y setenta por la tarde. Al ver el montón de correspondencia he experimentado una sensación de satisfacción. Reconforta comprobar cuánta gente, conocida o no, piensa en ti y te escribe. Desde que llegué a Can Brians debo haber contestado ya unas trescientas cincuenta cartas y con las de hoy, debo tener pendientes otras tantas, ésto sin contar con las que van a llegar en los próximos días. Antes de entregar las cartas, los funcionarios abren los sobres con unas tijeras para comprobar que no contienen productos no permitidos, especialmente drogas, aunque también billetes de lotería o dinero. La operación es lenta y hemos estado ocupados en ella más de media hora por la mañana y también por la tarde.
Está lloviendo y hoy probablemente no podré hacer ejercicio al mediodía y por la tarde y tendré algo más de tiempo para leer y contestar correspondencia. En cualquier caso a las ocho aún no llovía y he podido hacer en el patio, con guantes claro, porque hacia bastante frío, mis ejercicios de la mañana. Jordi Escolà me manda desde la Fuliola una carta dándome ánimos en nombre de los compañeros de este pueblo de Lleida -la Marisa, el Pere y muchos más-, así como un ejemplar de la revista La Fulla, en su número 77, donde se recuerda, en un amplio reportaje, la celebración de les Festes del Segar i Batre de este año, fiestas en las que se trata de recuperar los métodos tradicionales de la siega y la trilla.
En junio el Segar, la Siega,
"Juny assolejat i ben tronat
Any de molt vi i de molt blat"
("Junio soleado y bien tronado
año de mucho vino y de mucho trigo")
En julio el Batre, la Trilla
"Qui no bat pel juliol
No bat quan vol"
("Quien no trilla en julio
No trilla cuando quiere")
Yo desde hace bastantes años participo en estas fiestas que son el resultado del esfuerzo de un grupo de vecinos de este pueblo del Pla d'Urgell, que han conseguido, sin ningún tipo de colaboración municipal, organizar un acontecimiento lúdico y cultural de gran nivel. Cuando veo en la portada de la revista La Fulla el retrato de grupo de los segadores, muchos de ellos payeses veteranos y recuerdo la ilusión y el afecto con el que te reciben en su fiesta, me comprometo de nuevo a acompañarles cada año y ayudarles a hacerla cada vez más grande.
En una de las cartas, me cuentan que en el Festival de Villancicos que organiza cada año en el Teatro de l'Aliança del Poble Nou, la Hermandad Rociera Los Romeros, el Hermano Mayor recordó mi presencia de otros años y se produjo un largo aplauso. Me hubiera gustado estar allí, pero seguro que Maribel, nuestra primera secretaria de Sant Martí, o Paco Narváez, el concejal del distrito, o Cati Carreras o Ferran Bello o Salvador Pastor del Colectivo Crisol, que sí debían estar -me acompañan cada año-, lo recibieron en mi nombre y lo agradecieron adecuadamente. He recibido estos días muchas cartas de Hermandades Rocieras y también información de que en las misas y en las otras actividades que han celebrado durante estos días se me ha recordado, con expresión de solidaridad y afecto. Las Hermandades Rocieras son probablemente uno de los ámbitos más cálidos y afectuosos de la realidad asociativa de Catalunya. Yo, desde que hace unos cinco años la Hermandad de los Romeros me invitó a una de sus misas en el local que tenían en un principal de la Gran Vía, me he sentido siempre muy a gusto entre los rocieros, y he procurado corresponder siempre a sus invitaciones, a pesar de que existen muchas Hermandades en Catalunya, más de treinta, y resulta imposible asistir a todas las misas, cambios de varas, potajes u otras celebraciones que organizan. Yo no soy creyente, pero en los últimos años he asistido a muchas misas rocieras, en locales de todo tipo (iglesias, plazas, pisos, naves industriales, entoldados...). Y siempre, más allá del componente religioso, he admirado la calidad de sus coros y de las canciones con las que acompañan la misa, y la devoción que inspira la Blanca Paloma, que seguro desborda el ámbito estrictamente religioso, y que al acabar la Misa, después de cantar la Salve, y hacer la invocación desde el coro "!Rocío!", provoca la respuesta general desde los asistentes:
"Guapa, y guapa, y guapa... Y Bonita, y bonita, y bonita. Porque Sí"
Es un día de lluvia y frío de diciembre, y me doy cuenta que he estado rememorando actividades que requieren sol, mucho sol. Debe ser la nostalgia. Siempre me han gustado más los días de sol que los de lluvia. Y sobre todo debe ser la nostalgia por la libertad.
"También estoy nostálgico de días.
También fui muy feliz. También recuerdo.
También yo fui testigo de otras horas"
(Angel González, Grado elemental. Lecciones de cosas.
Penúltima
nostalgia)
17-12-97 Hoy es mi aniversario. Cumplo 52 años. No voy a celebrarlo, porque sin libertad es difícil celebrar nada. Puedes leer, escribir, hacer ejercicio,... en definitiva pasar razonablemente el tiempo, sin agobio ni melancolía, pero celebrar no. Me resulta impensable. Recibo felicitaciones de mi familia, por teléfono, de amigos por carta o telegrama, y, en persona, de mis abogados, de algunos funcionarios e internos, de Lluis Oliveró y de Carlos Navarro, que me regala un dibujo, hecho con el Paint del Windows, de diferentes vistas del módulo donde nos encontramos. Será un buen recuerdo de mi estancia en Can Brians. La celebración de mi aniversario la dejo para cuando salga. Para celebrarla, en libertad, con mi familia, con mis amigos, con mis compañeros. Me viene a la memoria un poema de Blas de Otero y lo encuentro en su Mediobiografía, selección de poemas biográficos, que me ha enviado un amigo a quien no conozco desde Madrid:
"Me pongo la palabra en plena boca
y digo: Compañeros. Es hermoso
oír las sílabas que os nombran,
hoy que estoy (dilo en voz muy baja) solo.
...Es hermoso oír la ronda
de las letras, en torno
a la palabra abrazadora: C-o-m-p-a-
ñ - e -r -o -s. Es como un sol sonoro"
(Blas de Otero, Pido la paz y la palabra. Aceñas)
Me inicié en la actividad política o parapolítica hace unos treinta y cinco años, en el año 1962, hacia finales de octubre o principios de noviembre. Recién incorporado a la Escuela de Ingenieros de Barcelona, unos compañeros a los que acababa de conocer, pero con los que he mantenido desde entonces relaciones de magnífica amistad y que estos días son los firmantes de una de las cartas que se publican en la prensa de Barcelona manifestándome su apoyo, me animaron a presentarme a delegado de curso. Organizamos una pequeña campaña y aún recuerdo el día en que, desde la tarima, presenté mi candidatura al resto de los estudiantes. Gané frente a otro candidato que ahora no recuerdo y me incorporé al Consejo de curso en representación de mi grupo de Selectivo. Existía aún el SEU, pero se estaba gestando la crisis que iba a provocar su desaparición.
Se inició así una etapa de mi vida que duró hasta el año 1967, en que fui expulsado de las Milicias Navales y enviado a terminar el servicio militar durante quince meses a Cartagena -llevaba ya seis meses de Milicias-, y que como para muchos otros de mi generación, y de las generaciones próximas, resultó apasionante y a la vez decisiva para nuestra formación política. Ocupamos democráticamente el SEU; acordamos su disolución y la creación de otro sindicato, el SDEUB, Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona, cuyo acto de constitución en el convento de los capuchinos de Sarriá, la Caputxinada, fue probablemente uno de los actos de afirmación democrática más importantes de aquellos años del franquismo; e hicimos funcionar el SDEUB, en situación de ilegalidad pero abiertamente -negociando en nombre de todos los estudiantes con el rectorado, los decanatos y las direcciones; organizando actividades culturales, lúdicas y deportivas; gestionando comisiones de publicaciones que aún hoy existen; y en definitiva prestando todos aquellos servicios que corresponden a un sindicalismo estudiantil-. Y todo ello en la ilegalidad pero siempre bajo el control democrático de las asambleas de curso y de facultad o escuela, y con la Junta de Delegados como máximo órgano del Sindicato.
Existió durante aquellos años en la Universidad de Barcelona, y también en otras universidades de España, una isla de libertad, que acabó víctima de la represión del franquismo y también, en parte, de las disensiones internas. Yo en el SDEUB fui primero delegado de curso, en Primero de carrera, después Secretario del Consejo de Escuela y finalmente Delegado de Escuela, y por tanto miembro de la Junta de Delegados, durante el año 1966 y primer trimestre de 1967. Dimití, en un episodio que Joan Tapia, ahora director de La Vanguardia y entonces estudiante de Derecho, recoge en una crónica escrita aquellos años en la revista Mirador, publicada en Francia, por disconformidad con la política, en mi opinión excesivamente imprudente, que la mayoría de la Junta de Delegados, controlada por el PSUC, pretendía imponer. Esta discrepancia acabó teniendo, en la práctica, una relativa importancia sobre la marcha del SDEUB, porque el verano de aquel año la mayor parte de los cuadros del sindicato fueron enviados a hacer el servicio militar, por cancelación de la prórroga de estudios o por expulsión de las milicias. Esta represión blanda fue de una enorme eficacia para debilitar primero al SDEUB y provocar después su desaparición en una nebulosa de pequeños grupos. En cualquier caso aquellos años ahí están y forman parte, con orgullo, de nuestra biografía personal y colectiva.
18-12-97 Llueve toda la mañana y toda la tarde. Por televisión veo imágenes de inundaciones, de ríos desbordados, de calles inundadas, de personas desoladas. Estaba leyendo el libro XI del Paraíso Perdido -creo que hoy voy a acabar finalmente este libro- y me encuentro con la descripción del diluvio:
"Meanwhile the south wind rose and with black wings
wide hovering, all the clouds together drove
from under heav'n; the hills to their supply,
vapor,and exhalation dusk and moist,
sent up amain; and now the thickened sky
like a dark ceiling stood; down rushed the rain
impetous, and continued till the earth
no more was seen;..."
("Mientras tanto se alzó el viento del sur y,
cerniéndose
con anchas alas negras, juntó todas las nubes que había
bajo el cielo; en su ayuda las montañas enviaron,
vapor, vaho crepuscular y humedad, en gran caudal,
y entonces permaneció el cielo espeso como si fuera
una negra bóveda; impetuosa se precipitó la lluvia
hacia abajo, y así continuó hasta que la tierra
no se vió más;...")
(John Milton, Paraíso Perdido. Libro XI, versos 737-745)
Esta tarde voy a contestar sobre todo cartas de jóvenes. He recibido bastantes, mas de cuarenta, y he de confesar que son las que me animan y reconfortan más. Constatar, que como mínimo para una parte de las generaciones más recientes, las posiciones y actitudes que he tomado no sólo son comprendidas, sino valoradas y en parte convertidas en referencia, es causa de satisfacción pero sobre todo de responsabilidad adicional. No resisto transcribir fragmentos de dos cartas, una enviada desde Barcelona y la otra desde Pamplona. Al primero lo conozco algo, al segundo no. Las dos empiezan igual: "Querido Josep Ma.", y Santi desde Barcelona sigue: "...así que cuando me hablaban de Sala me mantenía algo escéptico, curioso, pero ahora alguna de las cosas que han pasado me hacen pensar que eres un gran referente y además se nos ha dado una gran lección a todos de lo que es sentir este partido, entregarse por él y ser positivo contra viento y marea...", para terminar "...La negatividad tiene que acabarse y el buen rollo tiene que ocuparlo todo. Pero para muchos que te conocen y no te conocemos, hasta que no estés con nosotros no será completo ?vale? Así que anímate (aunque seguro que lo estarás) y aprovecha para pensar..." Juan José, por su parte desde Pamplona me dice en su carta "...No te conozco de nada; pero me siento obligado política y moralmente a expresar mi máxima solidaridad hacia ti... Mi trayectoria política es diferente, milito en IU y trabajo como sindicalista en CCOO; también estudio Ciencias Políticas...", para seguir más adelante "...aún en la peor situación imaginable por eje. estar en prisión, el ser humano está capacitado para sobreponerse. Ya sé que tu situación en prisión no es penosa, pero si algún día te sientes desanimado lee esta carta... Así que p'alante, como diría un castizo, piensa que somos muchos y muchas los que nos solidarizamos contigo".
La prueba de fuego de todo proyecto político es su capacidad de sintonizar con las preocupaciones y anhelos de las generaciones nuevas, con sus aspiraciones y sus ideales, y concretar esta sintonía en el terreno electoral y en el organizativo. Un proyecto político que no consiga un apoyo electoral significativo entre los electores jóvenes o que no sea capaz de incorporar jóvenes a su organización, no solamente como afiliados sino en puestos de responsabilidad tanto orgánica como institucional, es un proyecto condenado a la decadencia. En este segundo aspecto para mí hay dos condiciones necesarias: el respeto a la autorganización de los jóvenes y la supresión de los tapones generacionales, evitando situaciones de enquistamiento personal o colectivo que dificulten la libre circulación de los valores políticos. No comparto el criterio de aquellos que en el socialismo español o en el catalán preconizan, de tanto en tanto, la eliminación de las juventudes socialistas y su substitución por una especie de sectorial de jóvenes en el partido o por grupos de estudios o reflexión. La JSC, incluso con sus equivocaciones y sus crisis, ha sido y seguirá siendo, junto con las asociaciones de estudiantes o las organizaciones de jóvenes en el sindicato, instrumento indispensable de política juvenil, pero también escuela, irremplazable, de autoformación de cuadros políticos. En cuanto a la eliminación de barreras generacionales, la respuesta sólo puede ser la renovación real de los partidos, es decir la renovación que tiene en la apertura hacia la sociedad, pero también en la democracia interna, sus dos pilares esenciales. Los partidos cerrados u oligárquicos se hacen impenetrables a los jóvenes, y acaban transformándose en clubs de ilustres o en sanedrines de políticos maduros y respetables, y, por tanto, se condenan a sí mismos a la decadencia.
Una carta, que me transmite desde Badalona saludos y ánimos de sus padres y familiares, me trae a la memoria, y siento una sacudida de tristeza al recordarlo, al dirigente joven más representativo que ha tenido el socialismo catalán desde su constitución, a Xavier Soto, a Javier, que algunos años después de su muerte sigue siendo la referencia indiscutible, por su capacidad, inteligencia y entrega, de lo que ha de ser un líder político joven y que hoy si estuviera entre nosotros ocuparía sin dudarlo un lugar relevante en la dirección del PSC.
Acabo el 3er Acto de Tristan e Isolda. Su música mantiene la enorme capacidad de dominar plenamente mi atención y mis sensaciones mientras la escucho. Isolda acaba, al morir junto al cuerpo de Tristán:
"In dem wochendem Schwall,/in dem tönenden Schall,/in des Welt-Atems/wehendem All- /ertrinken,/versinken-/ unbewusst-/höchste Lust"
("En el agitado oleaje,/en el sonido que resuena,/en el Todo dolorido del aliento del mundo-/ahogarse,/hundirse-/en la insconsciencia -/supremo placer")
19-12-97 A media mañana ya ha dejado de llover, y he podido hacer dos tandas de ejercicios. Aprovechando un rato de sol acabo el Paraíso Perdido sentado en el patio. Su lectura me ha acompañado durante estos días en Can Brians y notaré a faltar su espléndido verso. Adán y Eva abandonan el Paraíso:
"They hand in hand, with wand'ring steps and slow,
through Eden took their solitary way"
("Ellos, con las manos cogidas, con pasos extraviados y lentamente,
emprendieron su solitario camino a través del Edén")
(John Milton, Paraíso Perdido. Libro XII, versos 648-649)
Esta tarde ha visitado Can Brians Justo Molinero y todo el equipo de Radio Tele-Taxi, para ofrecer un Festival de Navidad a los internos. Puedo saludarlos a todos ellos, y también a José Vicente Muñoz que, buen amigo de Justo Molinero, como yo lo soy, les acompaña. El teatro del centro está prácticamente lleno y durante un par de horas la rutina de la vida en prisión es sustituida por las canciones y los bailes de los artistas y los cuadros, Aprovecho para visitar, además del teatro que aún no conocía, el polideportivo y la calle principal del recinto, con los principales módulos a su alrededor. Compruebo que los pinos que dan a mi patio están sobre una colina escarpada que claramente si no se allanó al construir la prisión fue para conservarlos. Este detalle medioambientalista lo agradezco sinceramente a los proyectistas del centro, ya que los pinos que asoman detrás del muro son quizás mi más sólida conexión con el mundo del exterior desde que estoy aquí.
Vuelvo a constatar que la práctica totalidad de los internos en este centro, que por otra parte son bastante jóvenes, - pocos deben superar los cuarenta años y la mayoría debe tener menos de treinta -, tiene el castellano como lengua propia y el flamenco como principal referente cultural. Parece por su actitud con Justo Molinero que muchos son además oyentes habituales de Radio Tele-Taxi. Es evidente que estamos ante un grave desequilibrio social de nuestro país y que esta asimetría lingüística y cultural del mundo penitenciario debería preocupar a todos los responsables públicos de Catalunya. A mí me reafirma en el carácter plural y diverso de la sociedad catalana, y de una manera concreta en el terreno cultural y en el lingüístico. Catalunya es un país en el que conviven dos lenguas, y esta convivencia en paz -en un mundo en el que la coexistencia de lenguas en una misma sociedad ha llevado casi siempre a enfrentamientos y a fracturas sociales serias- es quizás nuestra señal de identidad más evidente, y conviven también expresiones culturales que tienen sus raíces en Catalunya pero también otras con sus raíces en las restantes regiones y nacionalidades de España.
Utilizando la terminología al uso diré que Catalunya tiene una lengua propia que es el catalán y una cultura propia que es la que tiene sus raíces en la sociedad y en la historia de Catalunya y se vehicula lingüísticamente en catalán, pero entendiendo la expresión propia en el sentido del "peculiar" inglés o del "eigen" alemán, es decir específico, peculiar, en ningún caso único. Catalunya es una sociedad bilingüe, con dos lenguas, el catalán y el castellano, que son reivindicadas como propias en proporciones muy similares por los catalanes y las catalanas, y es una sociedad pluricultural, en la que las expresiones culturales desarrolladas por catalanes y catalanas, utilicen el catalán o el castellano como lengua de expresión, y tengan sus elementos de referencia históricos aquí o en Andalucía o en otras tierras de España, tienen el mismo derecho a ser reconocidas en su condición de parte de la cultura catalana, siempre y cuando tengan una presencia real y suficiente en la sociedad catalana actual.
Yo estoy convencido que uno de los grandes retos de las sociedades contemporáneas, y esto es válido para Catalunya, pero también para España y en cierta forma también para la Europa en construcción, es su capacidad para integrar su diversidad en un proyecto común. Una forma de abordar la diversidad es negándola, y esto es lo que hacen los nacionalismos de todo signo, que siguen creyendo sólo en sociedades homogéneas y frente a la diversidad plantean, en el mejor de los casos, la contemporización o la tolerancia, entretanto esta diversidad no pueda ser eliminada. No se dan cuenta de que las sociedades cerradas en sí mismas y aisladas, que son las únicas en las que la homogeneidad puede mantenerse, forman parte de la historia, y que tanto España, que se ha constituido a partir de la agregación de naciones y pueblos o Catalunya que, como tierra de paso, ha sido receptora de corrientes migratorias profundas, sólo pueden tener una identidad con garantías de continuidad en el futuro y en convivencia, a partir del reconocimiento de su diversidad y de su pluralidad: en el caso de España, pluralidad nacional, cultural y lingüística; en el caso de Catalunya bilingüismo y pluralidad cultural, que en ningún caso ha de ser contradictoria, sino todo lo contrario, con una protección específica y una atención especial de los poderes públicos catalanes a su lengua específica o propia, el catalán, y a las expresiones culturales en lengua catalana, y además que este apoyo al catalán, pero también al vasco o al gallego, debería venir complementado por el Gobierno de la España pluricultural y plurilingüe, que no tiene al castellano como única lengua a la que proteger o ayudar.
20-12-97 Se cumplen ya tres semanas de mi estancia en Can Brians. Es sábado y es el último día de otoño. Hoy no llueve y he podido continuar en el patio mis tres series de ejercicios, una a las 8 al despertarme, otra a las 11 y la tercera por la tarde entre 4 y 5. Ayer me pesé y tengo la impresión de que he controlado el peso y en todo caso he adelgazado dos o tres kilos. También he reducido en dos centímetros mi perímetro abdominal. Saldré de Can Brians bastante en forma por lo que veo. La autodisciplina es evidente que ayuda en las circunstancias en las que estoy, tanto en los aspectos físicos como mentales.
Me doy cuenta de que en estas tres semanas no he llegado a ver entera ninguna película. En todos los módulos, en el comedor, hay un televisor de uso general y en las celdas pueden instalarse televisores individuales, con acceso a todos los canales habituales y además al Canal Plus. A pesar de tener tantas facilidades no he podido ver ninguna película completa, lo que en sí no es un mal indicador ya que representa que no me ha quedado demasiado tiempo libre para hacerlo. Por las noches antes de irme a dormir intento ver la película de las 10, normalmente en el Canal Plus, pero siempre me duermo casi al instante. Otro buen indicador de mi estado de ánimo. Sigo durmiendo bien. Una media de ocho o nueve horas diarias, siesta de quince minutos incluida.
A pesar de esta sequía cinematográfica temporal he sido siempre un gran aficionado al cine, y no tanto al teatro del que siempre me ha separado una cierta sensación de artificiosidad, desde los años en que el Cine club de la Escuela de Ingenieros nos convocaba a ver, en condiciones técnicas precarias, pero que la ilusión y la sensación de romper con el ahogo cultural franquista compensaba sobradamente, Eisenstein -!cuántas veces llegamos a ver el Acorazado Potemkin!-, y Buñuel, pero también los nuevos cineastas españoles, como Carlos Saura y recuerdo también. y no se exactamente porqué la proyección de una película de Antonio Eceiza "De cuerpo presente". Desde entonces conservo una profunda afición por el cine que ha llegado hasta hoy, que he intentado traducir en mantener una videoteca que debe superar ya las dos mil quinientas películas. Me dicen que las actuales técnicas de grabación en cinta magnética no garantizan la conservación de las mismas pasado un cierto tiempo, pero en cierta forma es lo mismo. Encuentro satisfacción en grabar las películas, editarlas para eliminar los anuncios, y archivarlas. Y saber que el día que quiera puedo ver aquella película o aquella otra y que la colección de mis directores favoritos está ya casi completa.
Si tuviera que sintetizar mis gustos cinematográficos citaría a tres directores: John Ford (El hombre tranquilo, y también Fort Apache y The Searchers), Alfred Hitchcock (sobre todo Alarma en el Expreso) y François Truffaut (La Noche Americana ante todas). Mis preferencias cinematográficas quizás estén un poco instaladas en unos años atrás ya que últimamente voy menos al cine y en ésto el PSC ha tenido parte de culpa. José Zaragoza que tiene gustos cinematográficos más actuales me incita a ver cine de hoy (la última recomendación fue si no recuerdo mal Full Monty y otra película inglesa sobre conflictos sociales en la Inglaterra thatcheriana), pero las restricciones de la agenda acostumbran a ser siempre severas y aún no las he podido ver. A Pepe Zaragoza lo conocí hace ya casi veinte años y desde entonces, y sobre todo mientras yo fui Secretario de Organización, hasta que me sustituyó en el cargo de forma modélica José Montilla, hemos colaborado estrechamente en la consolidación y ampliación del proyecto político del PSC, sin que sea fácil distinguir mi actuación de la suya. Forma parte de esta generación de políticos del PSC que muy a su pesar se dirigen hacia los cuarenta, que han hecho su educación política en la democracia y desde un partido en legalidad, y que han demostrado ya sobradamente su capacidad para asegurar el relevo cuando éste sea necesario. Miquel Iceta, que también ha colaborado estrechamente conmigo a lo largo de los años y que ya empieza, y era hora, a volar por su cuenta, es quizás el representante más brillante de esta generación, de la que forman parte muchos otros, también de gran competencia y calidad, y que garantiza a nuestro proyecto político un futuro que podemos mirar con suficiente tranquilidad.
Es el último día de otoño. La tarde es fría pero despejada. La noche también. El Barça gana al Atlético de Madrid por 3 a 1. Veo los tres goles del Barça, los dos de Luis Enrique, de gran calidad, y el de Pizzi, de penalty, desde mi habitación. Hoy no me he dormido hasta las 11. Todo sea por el Barça. Despido al Otoño con John Keats, otro de mis poetas preferidos:
"Season of mists and mellow fruitfulness,
close bosom-friend of the maturing sun;
conspiring with him how to load and bless
with fruit the vines that round the thatch-eves run;
..., thou hast thy music too.-
while barred clouds bloom the soft-dying day,
and touch the stubble-plains with rosy hue;
................................
and gathering swallows twitter in the skies"
("Estación de nieblas y frutos maduros,
compañera íntima del sol que todo madura;
que conspiras con él para bendecir y llenar
de fruto las viñas que cubren los emparrados;
................................
..., tú también tienes tu música.-
mientras nubes en calma hacen florecer el día en el ocaso
y tiñen las llanuras segadas de tonalidades rosa
................................
y las golondrinas, agrupándose, trinan en los cielos")
(John Keats, Al Otoño)
21-12-97 Veintiuno de Diciembre. Primer día del invierno. El día ha sido magnífico, con la luna arriba en el cielo a primera hora de la mañana y luego un sol espléndido, que permite pese al frío, estar sentado en el patio leyendo o escribiendo. Ha llegado el invierno.
"El invierno
de lunas anchas y pequeños días
está sobre nosotros. Hace tiempo
yo era niño y nevaba mucho,
mucho. Lo recuerdo..."
(Angel González, Sin esperanza,con convencimiento. El invierno)
He empezado la lectura del libro de Dimas Mas "Nadie en persona. Una historia de Barcelona". La historia, situada en la Barcelona de la segunda mitad del siglo XIX se me hace pronto apasionante y la leo con gran interés. Un caso judicial de supuesta suplantación de personalidad es el núcleo del argumento, pero en la novela situada en "la Barcelona que derribadas las murallas que la asfixian se ensancha en busca de la fisonomía con la que poder identificarse", pasean además su catalanidad y su republicanismo federal figuras tan atractivas como Pitarra, Monturiol, Clavé, Altadill, Almirall, Cerdá, Robert i Robert,...
Por la tarde pongo en orden la correspondencia. Vuelvo a Puccini y me acompaña La Bohème. He contestado hasta hoy unas cuatrocientas cincuenta cartas y tengo pendientes una trescientas. Y aun siguen llegando más. Con este enorme volumen de trabajo administrativo que debo resolver yo s0lo, echo mucho en falta a Loli Morón, mi secretaria desde hace ya unos cuantos años, que además de cubrirme perfectamente el flanco administrativo, me organiza el tiempo y ha de aguantar más de una vez mis impaciencias. Nunca valoramos suficientemente el trabajo de nuestros colaboradores o colaboradoras hasta que no los tenemos a nuestro lado. Yo he tenido suerte con las secretarias, a lo largo de mi actividad en el PSC. Además de Loli Morón, Pili Lara y antes de ellas Conxita Morte, y Manoli Navarro, y Victoria Martínez Fraile, que ahora es la presidenta de la Comisión de garantías del PSC, y Ana Celorio, que fue también la secretaria del malogrado Carlos Cigarrán, mi antecesor en la secretaría de Organización, con el que hoy en día creo coincidiría en casi todo y Ma. Carmen Soldán. Todas excelentes profesionales y magnífícas amigas, que hoy he sentido muy próximas en mi celda en can Brians, mientras escribo cartas en el ordenador.
Me entretengo especialmente en la contestación a Manel Nadal, nuestro primer secretario en Girona, que me ha enviado una carta muy extensa y muy afectuosa y que quiero responder con la atención que mis siempre complejas relaciones con el socialismo de Girona merece. Tambien contesto a Xavier Sabaté, primer secretario en Tarragona, desde donde han saturado el ordenador personal de mi domicilio con E-mails que no he recibido hasta hoy (en can Brians no estamos conectados a Internet). Me inquieta pensar que si salgo de Can Brians la semana próxima dejaré muchas cartas sin contestar, y no sé si separado de la disciplina de estos días las contestaré con suficiente premura. El hijo de Toni Gómez me hace llegar un dibujo en el que transmite, desde sus ocho o nueve años, y desde Sant Pere de Riudebitlles, en el Penedés, su admiración por Barcelona. Lo incorporo a mi colección.
Vuelvo a leer en la prensa de hoy signos de intolerancia en determinados sectores políticos de Catalunya, a propósito de la presencia del profesor Francesc de Carreras en el Consell Consultiu y su participación en el dictamen sobre la Ley del Catalán. Hasta el mismo Jordi Pujol se deja caer, aunque sea sin excesos, por esta pendiente. Me resulta incomprensible esta actitud, de la misma forma que me parecería improcedente que desde otras posiciones se cuestionara la presencia en el Consell Consultiu de políticos relevantes como Agustí Bassols, por ejemplo, antiguo miembro del Govern de la Generalitat. Higini Clotas, nuestro portavoz, me hace llegar el texto completo del dictamen sobre la Ley de Política Lingüística. Legitima la reforma legislativa, y esto es bueno porque quita argumentos a la demagogia del PP, y también legitima las posiciones principales del PSC a lo largo del confuso debate de estos meses. En especial, y me interesa destacarlo, significa terminar definitivamente con este principio de disponibilidad lingüística, que no se quien ideó, y que era el elemento más claramente perturbador y negativo para la convivencia de la propuesta inicial de la Consellería de Cultura. Cito literalmente del dictamen del Consell Consultiu:
"El deure d'atendre en la llengua emprada pel qui ha de ser atés no implica el deure d'utilitzar la mateixa llengua en la que s'ha dirigit la petició o exigència d'atenció, perquè això suposaría negar la llibertat i el dret reconeguts d'emprar qualsevol de les dues llengües".
22-12-97 Parece que hoy va a ser mi último día en Can Brians. Quiero despedirme escuchando a Joan Manuel Serrat. En la celda suenan su voz amiga y los versos de Antonio Machado:
"He andado muchos caminos
he andado muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.
.................................
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra"
Un elemento común en muchas de las cartas que me han llegado estos días, más allá de la solidaridad por lo que ha sucedido y el respaldo a mi actitud personal, ha sido destacar de mi actividad en el pasado la participación frecuente y habitual, no sólo en actos de tipo político, sino además y sobre todo en actos y actividades no estrictamente políticas. He comprobado hasta qué punto se reconoce esta atención a los problemas de la gente, a celebrar las situaciones de alegría y felicidad, pero también a compartir los malos momentos. Estas cartas me confirman algo en lo que siempre he creído. La actividad política no sólo puede ser la fría presentación de las ideas o de los programas, no ha de ser sólo la confrontación de ideologías y de proyectos, la explicación distante de cifras y alternativas, también ha de ser relación y contacto con la gente, proximidad y cercanía. Los políticos fríos y distantes poco tienen que hacer en la política de hoy. Jordi Pujol y Pasqual Maragall, y nuestros mejores alcaldes, con Joan Clos a la cabeza lo saben, como lo saben también Helmut Kohl, y Tony Blair y también lo sabe Bill Clinton. Los expertos electorales, sobre todo los anglosajones, insisten siempre mucho en esta idea de la relación personal, de la política de la cercanía. Cada vez estoy más convencido de que tienen toda la razón. La era de la globalización y de los grandes medios audiovisuales requiere, cada vez más, como contrabalance un esfuerzo en la otra dirección, en el contacto personal y la proximidad. Tambien en el terreno institucional esta idea de la proximidad adquiere cada vez más relevancia. Pasqual Maragall habla mucho de la subsidiaredad, es decir acercar los centros de decisión a los ciudadanos,... Mientras estoy escribiendo en el ordenador me interrumpen.
Se abre la puerta de la celda y un funcionario me advierte que ha llegado la notificación del Tribunal Constitucional suspendiendo la ejecución de la sentencia y que recupero mi libertad. Son las 2 y media de la tarde y antes de las 3 debería haber salido. Preparo rápidamente el equipaje. Me quito el jersey que me regaló la agrupación de Sants y que he llevado todos los días de mi estancia en Can Brians. La Agrupación de Sants fue la primera agrupación en la que milité y siempre he tenido con sus responsables y sus militantes, con Pere Alcober, con Francesc Osán, con todos ellos, una relación muy estrecha. Joan Ferran, el secretario de organización de Barcelona, con quien mantengo también una muy buena relación, es de la Agrupación de Sants. A veces, a quien no les conoce, suenan a poco realistas, a bastante utópicos y algo radicales, pero me han hecho el regalo más útil, el más pragmático para combatir el frío de la prisión, y ellos son, creo yo, como el regalo que me han hecho, pragmáticos y realistas aunque también mantengan la punta necesaria de utopía y radicalidad. Sucede lo contrario con la Agrupación de Sarriá-Sant Gervasi en la que milito desde ya hace años y que está dirigida por un equipo muy joven, con Jordi Hereu y Ignasi Cardelús a la cabeza, que como consecuencia de su perfil profesional de técnicos, científicos y economistas, pueden aparentar ser muy pragmáticos y realistas, pero en el fondo son tanto o más utópicos y idealistas que mis amigos de Sants. Pienso en todo esto mientras acabo el equipaje. Me despido, con tristeza de Carlos Navarro y Luis Oliveró. !Cuánto hubiera querido que me acompañaran hoy y recuperaran también su libertad!
Después de hacer los trámites y despedirme de los funcionarios de Can Brians, a los que he de agradecer su trato correcto, aunque distante, me abrazo con mis abogados José Ma. Cánovas y Anabel, y acompañado por ellos cruzo las puertas de la prisión. Me esperan los medios de comunicación y también José Montilla, Miquel Iceta, Manuel Bustos y Joan Oliart y, sobre todo, me espera la libertad:
"Para la libertad sangro, lucho, pervivo,
para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho..."
(Miguel Hernández con música de Joan Manuel Serrat. Para
la
libertad)
ANEXO
Declaraciones de Josep Maria Sala
en el momento de ingresar en Can Brians
(28 de noviembre de 1997)
Soy inocente. Ingreso en prisión a causa de una sentencia injusta y que, en lo que a mí se refiere, constituye un grave error judicial.
Se me condena por la emisión de una factura falsa por parte de una empresa en la que jamás tuve responsabilidad alguna. Se me condena por asociación ilícita y las únicas asociaciones ilícitas en las que participé fueron las de la lucha antifranquista.
Se me ha condenado por las declaraciones de un señor que ha manifestado no conocerme, que no le consta ninguna relación mía con Time Export, y por la firma de un acta que no he firmado, de una reunión a la que no asistí.
La Sala 2a. del Tribunal Supremo no ha dado respuesta a los escritos en los que mi abogado ha puesto de manifiesto este error judicial. Se me condena de forma inexplicable, mediante pruebas inexistentes o erróneas.
La Sala 2a. del Tribunal Supremo ni siquiera ha querido esperar a que el Tribunal Constitucional admita a trámite mi Recurso de Amparo y pueda suspender la ejecución de la sentencia.
Se está cometiendo una grave injusticia de la que soy víctima que debería preocupar a todos. Se dice que todos los partidos se han financiado de forma irregular en algún momento y que han recibido un trato distinto al que recibe el Partido Socialista. Es verdad. Pero en mi caso la injusticia es aún mayor: se me condena por delitos que no he cometido.
Si querían una foto, ya la tienen. La foto de un inocente que ingresa en prisión. Pero que no se engañen. Esta foto no es una victoria de los que la han buscado. Es el anuncio de su derrota.
No he pedido el indulto porque no quiero perdón, sino justicia. Reclamo que mi inocencia sea reconocida cuanto antes.
Aprovecho para agradecer las muestras de apoyo y de solidaridad que he recibido, las de mis compañeros de partido que saben mejor que nadie que soy inocente, y las de todos aquellos que sin ser socialistas han estado y están junto a mí en estos momentos de dificultad.
Espero que mi estancia en prisión no sea larga y confío que sirva para poner de manifiesto la injusticia que se comete en mi persona.
UN INOCENTE EN PRISION
Artículo de Miquel Iceta publicado en EL PAIS el día 3 de diciembre de 1997
Filesa existió. El Partido Socialista se financió irregularmente en el pasado. Lo ha reconocido y ha pedido excusas por ello. Entre las causas de la derrota electoral de 1996 cabe destacar sobre todo la sanción ciudadana a los errores cometidos en el período 1982-1996, errores entre los que se encuentra la creación de Filesa. Errores que, por cierto, no anulan los efectos de lo que ha sido la etapa más próspera y solidaria en la historia contemporánea de España.
Apartados en su momento de la actividad política Guillermo Galeote y Carlos Navarro, en el último Congreso Federal del PSOE se produjo la renuncia a seguir en sus cargos de Felipe González y Alfonso Guerra, y es conocida ya la decisión de Felipe González de no volverse a presentar como candidato a la Presidencia del Gobierno en unas elecciones generales. ¿Puede alguien creer que en estas decisiones no subyace también la necesidad de dar una respuesta política a los errores del pasado? Y sin embargo para algunos parece que nada de esto es suficiente. Los socialistas o se cortan las venas o no están asumiendo sus responsabilidades políticas. Y eso lo afirman sin rubor dirigentes de fuerzas políticas cuya ejecutoria en cuanto a su propia financiación no es precisamente ejemplar. En todo caso, nosotros hemos confesado nuestro error, hemos asumido nuestras responsabilidades y hemos pedido disculpas a nuestros electores y a los ciudadanos en general. En los casos Naseiro, Sóller, Burgos, Zamora, Minería de Castilla-León, Casinos, Tragaperras, etc. no ha habido asunción alguna de responsabilidad. Por eso resulta chocante oír como algunos responsables políticos derraman verdaderas lágrimas de cocodrilo. ¿No sería mejor que admitiesen que sus organizaciones han cometido los mismos o parecidos errores, que hay que modificar la regulación de la financiación de los partidos políticos, y que la situación de los condenados por el caso Filesa es injusta y debe ser subsanada de inmediato? Resulta hiriente que la sonrisa que se esboza tras el bigote de Aznar hable de indulto. Que hable de justicia o que se calle. Que reconozca que su partido también se ha financiado irregularmente. Que se comprometa a no practicar nunca más la aberrante postura de ejercer la acusación popular en procesos judiciales que afecten a otras fuerzas políticas. Que cese su intento de impedir que el Partido Socialista pueda ejercer la labor de crítica y de oposición por la vía cínica de explotar sin escrúpulos problemas del pasado que, por desgracia, poco o mucho, han afectado al conjunto de fuerzas políticas.
Sobre el caso Filesa la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha dictado sentencia. Una sentencia que no dudo en calificar de injusta. Injusta por lo que tiene de tratamiento distinto al que otros casos de financiación irregular de los partidos han tenido en sede judicial. ¿O se le ocurrió a alguien acusar a José María Aznar y al constructor Méndez Pozo de asociación ilícita? ¿O a Jordi Pujol y Artur Suqué? Muchos ciudadanos se escandalizan al ver como Enrique Lacalle que, según sus propias palabras, "pasaba el platillo", sigue de Presidente del Consorcio de la Zona Franca mientras Josep Maria Sala está internado en la prisión de Can Brians.
La sentencia ha sorprendido por su severidad, por lo desproporcionado de sus penas. No me entra en la cabeza que a Carlos Navarro se le condene a casi el doble de tiempo que a los miembros de la Mesa Nacional de Herri Batasuna. Han sorprendido también las piruetas jurídicas para condenar a personas concretas de hechos relacionados con la financiación irregular de un partido que no es, en sí misma, constitutiva de delito. Acusar a militantes de un partido de asociación ilícita es absurdo. Quienes lucharon contra la dictadura saben bien qué era una asociación ilícita. Hoy ese tipo delictivo se aplica a actos de terrorismo o a colaboración con bandas armadas. Y si asociación ilícita es la que se forma para cometer delitos, hay que recordar que la financiación irregular de un partido no lo es, y que la responsabilidad penal por problemas económicos derivados de los procesos electorales corresponde a los Administradores de las campañas. No quisiera extenderme por falta de espacio en otras cuestiones como la atribución de responsabilidades de gestión empresarial a simples accionistas, o en hacer disquisiciones sobre la calificación de falsedad en documentos mercantiles; para ello me permito remitir al lector al interesante artículo de Inmaculada González de Lara y Gerardo Viada publicado en EL PAIS el pasado 19 de noviembre.
Y si la sentencia es injusta, lo es doblemente para Josep Maria Sala, persona inocente condenada por delitos que no cometió. En el PSC sabemos bien que no tuvo nada que ver con delito o irregularidad alguna. Nunca tuvo relación con Filesa y su relación con Time Export fue tan breve y esporádica que la propia sentencia lo admite en diversas ocasiones. Es lógico que se piense que los socialistas proclamamos su inocencia por razones políticas y de solidaridad personal. Pero lo relevante es que la sentencia no prueba su culpabilidad, vulnerando así la presunción de inocencia, y espero que el Tribunal Constitucional pueda apreciarlo. Porque la sentencia no aporta prueba material alguna que vincule a Josep Maria Sala con la comisión de los delitos por los que se le condena. Afirma la sentencia: "Son concluyentes las declaraciones del testigo principal, como son concluyentes los diferentes documentos acreditativos de la importancia que en el desarrollo de las sociedades tienen los acusados, aspecto personal realmente no desmentido por éstos". Pero lo cierto es que el testigo principal, Van Schowen, declaró en el juicio que no conocía a Josep Maria Sala, que no le constaba ningún tipo de relación de éste con la financiación irregular que él denunció. Y lo cierto es que la ya famosa acta de Time Export de 30 de septiembre de 1987, en la que se produce la organización societaria de la empresa, no estaba firmada por Josep Maria Sala que, como declaró en el juicio el Secretario de la Junta de Accionistas, no asistió a la citada reunión. Y lo cierto es que Josep Maria Sala no sólo proclamó su inocencia, sino que en el juicio aportó pruebas para rebatir los argumentos del fiscal y de las acusaciones particulares de los dos José Marías, Aznar y Ruiz Mateos.
Un error de bulto como éste podría haber sido objeto de recurso ante un Tribunal de Justicia superior, pero el aforamiento de Josep Maria Sala obligó a que el juicio se desarrollara en el Tribunal Supremo, y la propia sentencia señala que contra ella no cabe recurso judicial alguno. Ello vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva, el derecho a una segunda instancia judicial, recogido en pactos internacionales de derechos civiles y políticos, en el caso de los aforados y, de forma aún más evidente, en el caso de los que no lo son. Sólo queda el Recurso de Amparo ante el Tribunal Constitucional. Josep Maria Sala y otros condenados lo han presentado ya. Pero quienes le condenaron ni siquiera han querido esperar a que el Tribunal Constitucional pudiese admitir a trámite el Recurso de Amparo y pudiese suspender la ejecución de la sentencia.
Un inocente ha ingresado en prisión y yo me siento menos libre. Espero que pronto se corrija la injusticia para todos los condenados y se reconozca la inocencia de Josep Maria Sala, ajeno a cualquier delito o irregularidad, máxime teniendo en cuenta que la sentencia no aporta pruebas que demuestren su culpabilidad. En estas condiciones es lógico que Josep Maria Sala no pida el indulto. Él sólo pide justicia. Una Justicia que lleva una venda en los ojos para ser imparcial, no por ser ciega.
Miquel Iceta Llorens
Diputado socialista al Congreso por Barcelona
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