LA
IZQUIERDA DESPIERTA
Muchos subrayaron el cambio
que supuso en el discurso del PSOE la referencia que hizo Joaquín
Almunia en el 34 Congreso Federal a la "causa común de la
izquierda". No se trataba de un mero juego de palabras: constituía una
apuesta por revisar las deterioradas relaciones del PSOE con IU
y, al mismo tiempo, un reconocimiento de la necesidad que tenía el
PSOE de recomponer sus maltrechas relaciones con diversos
sectores progresistas. Pero nadie imaginaba entonces que la
coherencia de Almunia llegaría hasta la formulación de la propuesta
de acuerdo electoral y de gobierno que se está discutiendo en estos
momentos.
Muchas son las cosas que han
ido cambiando en la izquierda en los últimos meses. IU abandonaba
la teoría de las dos orillas mientras el PSOE veía como acuerdos
progresistas en el ámbito municipal y autonómico permitían
recuperar para la izquierda el gobierno de importantes instituciones.
Pasqual Maragall lanzaba en Cataluña diversas iniciativas
tendentes a agrupar e ilusionar al voto progresista. El PSC cerraba
la coalición al Senado Entesa Catalana de Progrés junto con
Esquerra Republicana de Catalunya e Iniciativa per Catalunya-Verds.
Y, de repente, el órdago de Almunia. Una propuesta
clara: que todos los votos de izquierdas se transformen en escaños; que
la mayoría social progresista que existe en España se
convierta en mayor'a de gobierno. Una propuesta que contó con el
apoyo de todos los socialistas. Borrell el primero.
Todavía desconocemos el
desenlace de esta audaz apuesta política. Pero nada volverá a ser
igual. La izquierda ha despertado de su letargo y es hoy más
consciente que nunca de su fuerza potencial y de la sinergia que genera
una dinámica unitaria y de colaboración. Almunia ha demostrado la
fuerza de su liderazgo y la autonomía de su pensamiento y de su
acción. Y mucha gente se ha quitado de encima la resignada
contemplación de una derrota anunciada.
Desde Cataluña saludamos ese
acuerdo. Ojalá anime a los amigos de IC y Esquerra Unida i
Alternativa a encontrar espacios de colaboración, pues su
división debilita a la izquierda catalana. También desde Cataluña
valoramos positivamente que el acuerdo defienda una España federal.
Esa perspectiva hace posible una futura colaboración con
partidos nacionalistas, que deben avergonzarse hoy de su apoyo
a una derecha que se refugia en una trasnochada retórica
patriotera.
Espero que PSOE e IU cierren
un buen acuerdo. De no ser así, deberán ser los electores
quienes lo hagan. A estas alturas ya saben que en muchas
circunscripciones hay votos a favor del progreso que no suman
escaños. Y para ganar a la derecha los votos no bastan; los escaños sí.
Miguel Iceta Llorens es
miembro de la Comisión Ejecutiva del PSC
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